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Michelle Bachelet envía al Congreso la Reforma Tributaria más ambiciosa desde el retorno a la democracia


La Presidenta Michelle Bachelet envía hoy al Congreso el proyecto para la Reforma Tributaria más ambiciosa desde el retorno a la democracia, con mayoría en ambas Cámaras y un empresariado a la defensiva, además de escéptico.

Anoche, por cadena nacional, la Presidenta confirmó los ejes claves del proyecto de ley: se elimina el FUT a partir de la operación renta 2018; se suben gradualmente los impuestos a las empresas de 20% a 25% en 2017; los impuestos a las personas bajan a 35% y se deroga el DL 600.

El gobierno dice que la Reforma tiene como objetivo recaudar cerca de 3 puntos del PIB, lo que equivale a cerca de US$ 8.200 millones, recursos que serían destinados a financiar las otras reformas propuestas por la actual administración y alcanzar un balance estructural en las cuentas fiscales hacia fines del gobierno.

"Es un primer gran paso en el contexto del nuevo ciclo político, económico y social que enfrenta el país", afirmó la Presidenta en su discurso.

Asimismo, describió a la Reforma como una “medida necesaria y muy importante, uno de los más poderosos instrumentos del Estado de Chile para producir las condiciones que nos permitan ser una sociedad cohesionada, democrática y justa. Los que más tienen, deben aportar proporcionalmente más. Pagar más impuestos aquellos que ganen más dinero”.

Ambicioso y complejo, este es el proyecto más extenso que se ha emprendido en los últimos años, según señala una fuente involucrada en la elaboración del mismo. “La Reforma Previsional se ve chica al lado de éste”.

Pormenores

Si bien el tema central es el Fondo de Utilidades Tributables (FUT) y la transición a base devengada –lo que ya de por sí es complejo–, una serie de normas, que apuntan a corregir errores o aumentar la recaudación, lo hacen más difícil de procesar. Se estima que será difícil que un parlamentario pueda estudiar en profundidad la propuesta de Reforma si no tiene detrás un sólido grupo de apoyo; lo más probable es que cada legislador se enfoque en los articulados que le generen mayor interés y deje a los demás el resto del contenido.

Fuentes bien informadas señalan que una de las fórmulas que ha ido ganando terreno para “eliminar el FUT sin eliminarlo” consiste en aumentar el Impuesto de Primera Categoría de 20% a 25% y cobrar un impuesto de retención por 10% adicional. De esta forma, la empresa pagaría una tributación efectiva de 35%.

Dicha medida se complementaría con una disminución de la tasa marginal máxima del impuesto a las personas –o Global Complementario– desde 40% a 35%. En este tramo se encuentran 28.211 contribuyentes en Chile (0,32%) de un total de 8,9 millones.

Con esto, el Fondo de Utilidades Tributables (FUT), que es un registro de las utilidades que las empresas han retenido a lo largo del tiempo con la tasa de impuesto correspondiente al año en que se generaron, deja de ser relevante.

En su discurso de anoche, la Presidenta salió de inmediato al paso de las críticas surgidas en los últimos meses desde el sector empresarial, cuyos actores han cuestionado el impacto que podría tener la medida, tanto en el incentivo a la inversión en el marco de la desaceleración económica que enfrenta el país como en las PYMES: “Es una reforma que busca generar más dinamismo a la economía y hacerla más moderna, y que contiene importantes incentivos para que las empresas inviertan, sobre todo para las pymes, protegiendo su desarrollo y apoyándolas en la generación de empleo. Esta no es una reforma contra las pequeñas empresas, sino por el contrario, es una reforma que apoya a las pequeñas empresas e incentiva su desarrollo”.

En los últimos días, el empresariado ha bajado el tono de sus críticas luego de la polémica de la Sofofa y, en general, los gremios han adoptado una posición conciliadora –al menos oficialmente, pues en privado reina el escepticismo en cuanto a si la Reforma Tributaria tendrá los efectos que propone el actual gobierno–.

Despejando dudas

Ayer, el presidente de la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC), Andrés Santa Cruz, respecto de la propuesta, expresó: “Volvemos a reiterar que sin lugar a dudas es que a gastos permanentes, necesitamos ingresos permanentes, y en ese sentido lo que vamos a hacer es analizar en su mérito los contenidos de la Reforma Tributaria, en orden a que los recursos que se pretenden lograr con esta Reforma tengan el menor impacto en el empleo y por tanto indicar que los instrumentos sean los que no frenen la inversión ni la creación de empleo ni el ahorro”.

El presidente de la CPC manifestó que “nuestra disposición va a ser muy positiva” para discutir la iniciativa del gobierno, haciendo hincapié en la necesidad de “que la manera de recaudar estos recursos a través de impuesto no tenga los efectos negativos en el empleo”.

También ayer –en entrevista con el Diario Financiero–, Guillermo Tagle, director ejecutivo de IM Trust Credicorp Capital, dijo que, como se presentó, la Reforma Tributaria le parece un proyecto razonable y añadió que “no me preocupa la eliminación del FUT, con mecanismos alternativos se puede suplir”.

Bachelet explicó que el proyecto contemplará también medidas destinadas a incentivar el ahorro y la inversión, entre las que destaca el mecanismo de depreciación, principalmente dirigido hacia micro y pequeñas empresas. En tanto, las medianas y grandes empresas podrán acceder a la medida por un período de doce meses a partir de la publicación de la ley, teniendo en cuenta la desaceleración de la economía chilena.

Por último, la Presidenta recalcó que la Reforma incluye, además, una serie de medidas orientadas al cuidado del medio ambiente. “Quien contamina más, debe pagar más –subrayó–. El uso de combustibles fósiles en la industria genera efectos negativos sobre el medio ambiente y la salud de las personas. Implementaremos impuestos a la emisión de contaminantes de la industria. Esta medida también operará como una forma de incentivar el cambio de tecnologías que ayuden a cuidar el medio ambiente. Adicionalmente se introducirá un impuesto a la importación de vehículos más contaminantes (…) estamos hablando de aquellos vehículos de lujo, de alto costo que contaminan mucho más que los autos particulares que utiliza la mayoría de las familias”.

El proyecto que hoy ingresa al Congreso también incluye un alza en el impuesto a los alcoholes y a las bebidas azucaradas –algo sobre lo cual la industria del vino ya expresó preocupación–; restringe el crédito especial del IVA para las constructoras en viviendas de hasta UF 2.000; y aumenta el impuesto de timbres y estampillas desde 0,4% hasta 0,8%.

El economista Sergio Fernández opina que, antes de analizar lo que propuso la Presidenta, "el proyecto debe evaluarse desde el punto de vista de los principios. La propuesta de la Nueva Mayoría, ¿se apega a los criterios básicos que debe cumplir un buen sistema tributario? ¿Sí o no? Si ese objetivo se cumple, la propuesta entonces debe evaluarse desde el punto de vista de sus objetivos específicos".

La mayoría de los economistas coinciden en que, potencialmente, el mayor obstáculo para el éxito de la Reforma Tributaria será el crecimiento. Ayer, el Banco Central dijo lo que el mercado venía manifestando hacía meses, o sea, que la economía este año crecerá bastante menos que lo proyectado previamente y con una mayor inflación.

El gobierno lo admite y, por eso, el ministro de Hacienda Alberto Arenas ha declarado ante diferentes foros empresariales que la economía irá de menos a más este año y que el proyecto presentado por el gobierno incluye incentivos y medidas para reactivar la economía.

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