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INFORMACIÓN PUBLICA: Reforma Tributaria, los parlamentarios dispuestos a girar un cheque en blanco a Alberto Arenas


El diputado Juan Pablo Lorenzini, en su calidad de presidente de la Comisión de Hacienda, ha puesto un pie en el acelerador a la Reforma Tributaria más relevante de los últimos treinta años y que implica un cambio de modelo tributario donde ya no se pagarán impuestos sobre base retirada, sino que devengada. Sin embargo, la premura no va acorde con la profundidad.

Los miembros de la comisión de Hacienda se reunirán cuatro días seguidos, hasta cuatro horas o un poco más en algunas de ellas, y también menos, para escuchar a los diferentes actores y concluir el próximo lunes 14 con las audiencias. La idea de Lorenzini es comenzar el próximo martes 15 con la votación general y particular del proyecto.

Basta ver la mecánica de la Comisión de Hacienda para darse cuenta de que lo más probable es que los parlamentarios emitirán un cheque en blanco, dando fe de que el equipo de Hacienda tiene un proyecto bien pensado que responde a una discusión política: la fórmula para reducir la desigualdad es a través de la redistribución de bienes, poniendo al Estado como un reasignador de recursos. También estarán aquellos que la rechacen, ya sea en general o en particular, pero forman parte de la minoría de derecha.

Los 10 minutos de fama

El proyecto de Reforma Tributaria que la Presidenta Michelle Bachelet anunció el lunes 31 de marzo, comenzó a ser estudiado en la sesión del 1 de abril por la Comisión de Hacienda de la Cámara Baja. Allí el titular de la cartera, Alberto Arenas, expuso los principales puntos que guardaban relación con la iniciativa y quedó abierta la tabla a las intervenciones de los distintos diputados. Es así como se sucedieron las sesiones del miércoles y jueves. En esta última, Arenas comenzó a responder las dudas planteadas por los parlamentarios en las jornadas anteriores, pero el tiempo sólo dio para contestar las inquietudes formuladas el primer día. Ergo, se solicitó al titular de la cartera que continuara este lunes.

Para las tres de la tarde está citada la sesión de hoy, la que se debería extender por alrededor de cuatro horas y media. Se supone que hablará no sólo Arenas, sino que 17 representantes de asociaciones gremiales, entre los cuales se encuentran la Asociación de Bancos, la Confederación de la Producción y el Comercio, la Sofofa, la Conapyme, y los pisqueros, entre otros.

Un mero cálculo matemático indica que, si el ministro de Hacienda se toma 30 minutos para responder a las inquietudes de los diputados, los gremios tendrán entre 10 y 14 minutos para exponer. Como se sabe que el tiempo es limitado, se ha solicitado que tanto el equipo de Hacienda como quienes asistan, ya sea a solicitud de los parlamentarios o por voluntad propia, dejen documentos escritos de sus argumentos los que serán distribuidos con posterioridad a los legisladores.

Así continuarán los días siguientes: martes, miércoles y jueves, para terminar el lunes 14 de abril con las audiencias y comenzar la votación. El diputado Lorenzini ha indicado que quiere que el trabajo de la Comisión esté terminado antes de Semana Santa, para que comience su discusión en Sala, con el objeto de que para el 21 de mayo ya esté aprobada por los diputados y se traslade el debate a los senadores. El objetivo final es que le Reforma Tributaria se promulgue en septiembre, en pos de que se aplique en el Presupuesto de 2015.

Oír, sin escuchar

Con el objeto de acotar el debate, Lorenzini agrupó a los actores de acuerdo a grupos de interés y, en concordancia con ello, se optó por citar primero a los gremios. Se dejó para los días posteriores a expertos tributarios como José Manuel Baraona y Ricardo Escobar; a centros de estudios como Fundación Sol e Instituto Libertad y Desarrollo; y –entre otros muchos nombres– a economistas como Andrea Repetto, José de Gregorio, Eduardo Engel y Andrés Velasco (quien dijo el sábado a El Mercurio que “el problema del Parlamento no es cuánto ganan los parlamentarios, sino lo poco que trabajan”).

“Si hay trescientos interesados en venir, invitamos a los trescientos. Yo estoy disponible para escucharlos a todos”, señaló el diputado (DC) José Miguel Ortiz. Si cada uno de los días se escucha a 17 personas, ello implica que habrá por lo menos 85 documentos al cabo de la ronda de sesiones.

El diputado UDI, Javier Macaya, solicitó a Lorenzini la posibilidad de digitalizar los informes que llegaran a la Comisión con el objeto de hacerlos públicos. La respuesta de Lorenzini fue que tendría que pedir presupuesto adicional para este objeto, cosa que causó la risa de los asistentes, porque se trata de ponerlos online, lo que tiene un muy bajo costo.

Pero la tecnología parece que no es el fuerte de los parlamentarios, pues el diputado Patricio Melero (UDI) pidió que se distribuyera un set de recortes de prensa para los integrantes de la comisión, con el objeto de saber qué están recogiendo los medios de comunicación acerca de la Reforma Tributaria. Esta idea que fue calurosamente acogida por el diputado Lorenzini, lo que da cuenta de que el parlamentario ignora que, gracias a internet, existen herramientas de búsqueda como Google, las que permiten obtener esta información actualizada, y con un desfase de tiempo breve, sobre lo que publican los medios de comunicación.

¿Dónde se dará el debate técnico?

Volviendo a los 85 documentos, seguramente la gran mayoría quedará en la bandeja de correspondencia de los diputados, considerando que el tiempo no da para que lean toda esa documentación, como tampoco dan las horas para estudiar el proyecto de ley en profundidad.

Hasta ahora hay dos mociones insinuadas que Juan Pablo Lorenzini ha destacado en más de una ocasión: que un porcentaje de la mayor recaudación beneficie a las regiones y que se amplíe el tramo exento de los impuestos personales desde los $500 mil actuales a $800 mil.

Arenas se ha mantenido inmutable ante ambas propuestas, ha defendido que este proyecto es integral y que requiere bajar la tasa a los altos ingresos de 40% a 35%. Sí ha mostrado su total disposición a ir a la Comisión de Hacienda cuantas veces sea necesario y a mantener un equipo del Ministerio durante toda la discusión y tramitación en el Congreso. Aunque indicó a El Mercurio, este domingo, que “constatamos una mayoría de la Comisión de Hacienda a favor del proyecto”. A la luz de la fuerte presencia de su equipo en el Poder Legislativo, resulta evidente que no tiene la intención de bajar la guardia en el Parlamento. Respecto a los cuestionamientos del sector privado, señaló también en El Mercurio que: “Hay algunas luces en el mercado que estamos siguiendo, relacionadas con un debate técnico, ¡bienvenidas sean!; y otras con un lenguaje de campaña del terror, en las que el gobierno no se va a hacer eco”.

En definitiva, los diputados marcarán presencia en esta fase, en tanto el sector privado se aboca a encontrar los argumentos técnicos que convenzan al Ministerio de Hacienda de que su ecuación no está bien resuelta o tiene ripios que hay que pulir. Si los privados optan por el escándalo, tendrán las puertas cerradas y serán desautorizados. Lo que no está todavía claro es el espacio que el gobierno dará para los argumentos que considere válidos. ¿Serán los 10 minutos ante los legisladores? ¿O la cartera de Hacienda estará abierta a abrir otros canales de participación?

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