El Banco Central está más preocupado por la inflación que el crecimiento.
Por lo menos así interpreta el mercado su decisión de mantener la Tasa de Política Monetaria (TPM) en 4% por tercer mes consecutivo.
La decisión es la que anticipaba el mercado dado que la inflación está a su nivel más alto en 5 años y lleva dos meses por encima del rango del Banco.
En su comunicado, el Consejo del Banco Central advierte que la amenaza inflacionario es una preocupación: «En mayo, la inflación se situó en 4,7% anual. La variación anual de las medidas de inflación subyacente y los salarios nominales mostraron un repunte en el último mes». Aunque mantiene su visión que es un problema temporal. «En el escenario más probable, se estima que el aumento de la inflación -vinculado entre otros factores a la depreciación del peso- es transitorio, lo que será monitoreado con especial atención».
La decisión de no recortar las tasas ocurre en momentos en que la desaceleración económica no muestra señales de revertir curso. Y el Banco Central lo reconoce en su comunicado. «Los antecedentes de la economía local confirman el bajo dinamismo de la actividad y la demanda. A la caída de la inversión se ha sumado una desaceleración del consumo privado. Aunque se observan señales de menor dinamismo del mercado laboral, la tasa de desempleo se mantiene baja», dice el documento.
En el primer trimestre la economía creció a su nivel más bajo en cuatro años y el consenso es que no retomará dinamismo hasta el último trimestre del año. El Imacec de abril reveló una economía que sigue creciendo por debajo de 3%.
La visión completa del Banco Central la tendremos el lunes cuando entregue su Informe de Política Monetaria y Estabilidad Financiera de junio. El Presidente del BC, Rodrigo Vergara, anticipó la semana pasado que en el informe se anunciará un recorte en las proyecciones de crecimiento, las que actualmente estiman un alza del PIB para este año de entre 3 y 4 por ciento.
Matías Madrid del Banco Penta dice que la evaluación del dinamismo de la actividad local es muy negativa.
Rubén Catalán, economista de Bci Estudios dice que en la decisión primó la preocupación por la inflación. «Recordemos que en la RPM pasada se planteó que las alzas de precio parecían abarcar productos y servicios cuyos determinantes iban más allá del componente cambiario, por lo que era necesario actuar con cautela. También se recalcó que el BCCh no toleraría un desanclaje en las expectativas, haciendo todo lo necesario para que ello no ocurriera.
En su comunicado del jueves, el Banco Central reconoce las continuas mejoras en las economías desarrolladas, en tanto que se mantienen las proyecciones de un crecimiento moderado para las emergentes.
El Central dice que «evaluará la posibilidad de introducir recortes adicionales de la TPM de acuerdo a la evolución de las condiciones macroeconómicas internas y externas, y sus implicancias para las perspectivas inflacionarias. Al mismo tiempo, reafirma su compromiso de conducir la política monetaria con flexibilidad, de manera que la inflación proyectada se ubique en 3% en el horizonte de política».
El peso ha perdido un 10% de su valor frente al dólar en los últimos 8 meses, según Bloomberg, lo que lo hace la moneda emergente de peor desempeño después del peso argentino.