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Opinión: Reforma Tributaria y desaceleración económica continuarán poniendo presión sobre el peso


Ante el actual escenario económico, no es de extrañar ver un tipo de cambio superando los 600 pesos durante el segundo semestre del 2014. La desaceleración económica, la incertidumbre que provoca el debate del nuevo sistema tributario, y las posibilidades de seguir viendo descuentos en la tasa de política monetaria en los próximos meses, son factores internos que influirán sobre el peso chileno. Por otro lado, con un continuo mejoramiento de la economía norteamericana, el fin de los programas de estímulo (QE3) y con señales más directas sobre la evolución de las tasas de interés en Estados Unidos, presionarían el dólar americano a nivel global.

Mientras más tiempo tome la implementación del nuevo sistema tributario, mayor será la incertidumbre que habrá entre los agentes económicos del país, aumentando el escepticismo sobre futuras inversiones (tanto nacionales como extranjeras) y debilitando  uno de los factores de crecimiento que, junto a la demanda interna, presentan claras muestras de ralentización dentro de la economía. Por otra parte, luego de la declaración del Presidente del Banco Central de Chile, Rodrigo Vergara, señalando que la desaceleración de la economía chilena también se verá reflejada en la tasa de crecimiento del tercer trimestre del año, aumentaron las probabilidades de percibir nuevos recortes sobre la tasa de política monetaria, presionando aún más la tendencia bajista del peso chileno, que hasta el momento lleva una depreciación cercana al 10% con respecto al año anterior. Bajo este escenario, se mantendría una salida de capitales sólo por efecto “carry trade”, dado que no se espera que en corto plazo cambie el sentido de la política monetaria chilena.

En relación a Estados Unidos, mientras se mantengan las señales de recuperación económica, especialmente dentro de su mercado laboral, aumentarán los pronósticos que llevan a pensar que los tiempos con tasas de interés en niveles mínimos tienen sus días contados. Este escenario quedó de manifiesto en la última minuta de la reunión de la FOMC, donde algunos integrantes promovieron un cambio en la política monetaria en un tiempo menor a lo que el mercado espera. Mientras la tendencia de la economía norteamericana siga a un ritmo creciente, veremos un dólar apreciándose con gran parte de las divisas internacionales, apoyado por esta divergencia en el manejo de su política monetaria en relación al resto de las principales economías del mundo, como Europa y Japón, que mantendrán sus tasas de interés en niveles mínimos y con programas de estímulo por un tiempo más prolongado que el caso norteamericano. 

Desde esta perspectiva, el tipo de cambio mantendría su impulso alcista, el cual ha superado las diversas resistencias que se han interpuesto en su camino desde que se iniciaron los primeros recortes sobre la tasas de política monetaria por parte del Banco Central de Chile, a mediados de octubre del año pasado. Desde esa fecha la tendencia de la paridad no ha presentado correcciones importantes en su desarrollo, y podemos apreciar que los retos que posee para llegar a los niveles señalados al inicio de este artículo, no serán tan difíciles de superar. Los próximos pasos que debería experimentar el tipo de cambio son lograr la superación de los 588 y 595 pesos por dólar, donde el límite sería la superación de la barrera psicológica que imponen los 600 pesos, cuyo traspaso nos llevaría a terminar con rangos en torno a los  604.7 y 607.8 pesos, para luego buscar un tipo de corrección que lo llevase hacia los 584 a final de año y siempre que veamos una economía nacional reactivarse hacia el cuarto trimestre del 2014.

Pablo Moreno Basso, analista de mercados de Capital FX

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