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COVID-19 y teletrabajo en servicios de ingeniería Opinión

COVID-19 y teletrabajo en servicios de ingeniería

Francisco Marín
Por : Francisco Marín Presidente de AIC
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Según un sondeo realizado entre nuestros asociados, casi un 90% de los empleados ha podido realizar teletrabajo, lo que ha significado invertir en tecnología, equipos y gestión remota por parte de las empresas. Por otro lado, existe una gran cantidad de tareas que implican la permanencia de nuestros profesionales en terreno, para lo que se han tomado todas las medidas sanitarias recomendadas por las autoridades de salud. Paralelamente, hemos identificado una serie de compromisos contractuales de empresas asociadas a la AIC, respecto a la entrega física de informes, planos y otros documentos, lo cual implica desplazamientos a distintas dependencias. Por lo tanto, realizamos un llamado a los mandantes públicos y privados, con el propósito de flexibilizar estas exigencias, permitiendo entregas digitales mientras dure la crisis.


Los principales sectores productivos de la economía nacional, dieron a conocer la semana pasada, por este medio, los distintos planes de contingencia que han venido implementando con el propósito de mantener parte de sus faenas en operación, considerando como prioritaria la salud de las personas. Desde la Asociación de Empresas Consultoras de Ingeniería (AIC), que aglutina a 65 compañías (5 mil trabajadores), coincidimos con las medidas adoptadas por una gran cantidad de empresas, respecto a realizar las labores a través de teletrabajo, evitando concurrir a sus lugares de empleo tradicionales para disminuir las posibilidades de contagio del virus.

El aporte del sector de los servicios a la economía chilena fue de 57.6% del PIB y generó el 68.2% en el año 2019, según cifras aportadas por la banca. Estos números demuestran la importancia de los servicios para el país. Las empresas de nuestro rubro, al igual que la gran mayoría del sector servicios, están realizando esfuerzos para continuar aportando a la economía, pero, para ser efectivos, se requiere de la colaboración de las contrapartes. Como ya lo han mencionado los principales gremios y las autoridades económicas, se requiere mantener la cadena productiva funcionando, para evitar una paralización total o lockdown en el país, lo que generaría un escenario muy complejo, en particular para los sectores más desprotegidos.

Según un sondeo realizado entre nuestros asociados, casi un 90% de los empleados ha podido realizar teletrabajo, lo que ha significado invertir en tecnología, equipos y gestión remota por parte de las empresas. Por otro lado, existe una gran cantidad de tareas que implican la permanencia de nuestros profesionales en terreno, para lo que se han tomado todas las medidas sanitarias recomendadas por las autoridades de salud. Paralelamente, hemos identificado una serie de compromisos contractuales de empresas asociadas a la AIC, respecto a la entrega física de informes, planos y otros documentos, lo cual implica desplazamientos a distintas dependencias. Por lo tanto, realizamos un llamado a los mandantes públicos y privados, con el propósito de flexibilizar estas exigencias, permitiendo entregas digitales mientras dure la crisis.

Otro ámbito de excepción igualmente relevante, consiste en mantener los flujos de pago a las empresas permitiendo la continuidad financiera; y para ello, principalmente hacemos el llamado a las entidades del Estado, para que adopten los mecanismos necesarios para que esta situación ocurra.

Aún es prematuro para medir los impactos que ocasionarán la larga sequía que hemos vivido en los últimos años, el estallido social del pasado octubre y, por último, la llegada en marzo de la pandemia del coronavirus. Por ello, es importante actuar con rapidez y un grado importante de consenso en las medidas que proponga el Gobierno con apoyo del Parlamento. Este esfuerzo, sumado a las iniciativas del sector privado, contribuirá a atenuar los efectos de la peor crisis económica en muchas décadas en el país y el mundo.

Chile tiene la capacidad de hacer frente a escenarios adversos, ya lo ha mostrado en el pasado reciente, sin embargo, hoy más que nunca se requiere actuar a tiempo y sin pequeñeces particulares, pensando en aportar a las nuevas prioridades de mediano y largo plazo que el país demanda.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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