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En crecimiento económico Chile vuelve a superar al mundo


Cecilia Cifuentes, Investigadora del Programa Económico de LyD

Esta es sin duda una excelente noticia para el actual gobierno: desde el período de Eduardo Frei que no se tenía una situación en que el crecimiento chileno se situara por sobre el promedio mundial, producto de que en los 20 años de gobiernos de la Concertación el país fue perdiendo dinamismo en relación al mundo. Durante el gobierno de Aylwin, Chile creció un 7,7 % promedio, con un mundo a una velocidad de 2,5 %. Durante el gobierno de Frei se mantuvo una brecha positiva pero menor; 5,7 % para Chile versus 3,5 % para el mundo. En los dos gobiernos siguientes continuó disminuyendo el dinamismo chileno. Durante el mandato de Lagos, el país creció un 4,7 % con el mundo creciendo a un 3,9 %, y durante el gobierno de Bachelet, Chile creció lo mismo que el mundo, un 3,2 % en promedio.

Es cierto entonces que Chile había perdido impulso, y aunque el crecimiento no lo es todo, indudablemente es una condición necesaria para las demás aspiraciones que tenemos como país. Esta situación se ha logrado revertir en el actual gobierno, en que el país crecería a una tasa promedio de 5,5 % (suponiendo un 4,8 % este año), con una expansión mundial de 3,9 %. Esto significa que la recuperación del crecimiento no se explica solamente por un mejor entorno mundial, sino que también por factores internos. Es efectivo que el actual gobierno está al debe en aspectos que son de gran importancia en el desarrollo económico, especialmente en lo que se refiere al tema energético.

No obstante, teniendo en cuenta el clima social, político y judicial de estos últimos años, no se puede decir que sea totalmente responsable en este campo. Pero de alguna forma, ciertamente apoyado en reformas de la agenda de impulso competitivo, en un mayor apoyo a las PYMES y en mejoras en la gestión del aparato público, se ha logrado generar un clima positivo para la inversión y el consumo, que se ha traducido en una importante creación de puestos de trabajo, en un entorno de salarios al alza e indicadores que muestran mayor estabilidad laboral.

Queda bastante por avanzar en términos de mayores niveles de bienestar para la población, como lo muestran gran parte de los indicadores para los países de la OCDE, entre los cuales Chile es aún el penúltimo en términos de PIB per cápita. Pero esa misma comparación con la OCDE señala claramente que en los últimos cuatro años nuestro país es el que más avanza en esos indicadores de bienestar. Esto muestra que el camino es el crecimiento, y es un mito la noción que parece estar generándose en el entorno político de que “ahora que ya crecimos, nos toca repartir”. Al revés, en la medida que sigamos creciendo más rápido que el resto del mundo, avanzaremos también en una mejor calidad de vida para todos los chilenos. La mayoría de los candidatos plantea que está a favor del crecimiento, pero algunos de ellos parecen olvidar que una condición necesaria para que éste se dé es la relativa estabilidad de las reglas del juego. No hay países que hayan logrado crecer sostenidamente con saltos al vacío.

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