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¿Reforma o reestructuración al Sistema de AFP? Una propuesta diferente

Patricio Gana Urzúa
Por : Patricio Gana Urzúa Socio principal de AK Contadores
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Llevamos más de 30 años con el sistema de AFP actual, con sólo pequeñas modificaciones del modelo original, por lo que es hora de modernizar y adaptar el modelo a nuestras necesidades actuales y futuras previsibles.

Lo importante de la discusión en esta materia es no abanderizar las posturas con un color político (como ha ocurrido con la discusión de la reforma tributaria), sino buscar el bien superior de todos los usuarios del sistema, sin importar el color político de los actores.

La respuesta de por qué se necesita un cambio de sistema de AFP es obvia, y se debe a que las pensiones son bajas. Esto minimiza mucho las virtudes que tiene el sistema de AFP (que no son pocas), sin embargo, su razón de ser son las pensiones de todos los chilenos y ahí estamos en deuda. Para entregar una solución de fondo, se requiere un cambio estructural que excede a las propias AFP, pero que a su vez puede ser una gran oportunidad para nuestra sociedad.

A modo de ejemplo, se proyecta realizar un proyecto de una represa eléctrica y un gran conglomerado económico se adjudicará la propuesta dejando las garantías pertinentes. Para ejecutar la iniciativa tendrá como alternativa emitir bonos. Estos bonos financian el proyecto completo, a una tasa anual cercana al 4% y a plazos, por ejemplo, de 20 años. La iniciativa, verbigracia, puede tener utilidades proyectadas de un 20% anual sobre el patrimonio.   

Aquí viene la pregunta sobre qué debemos hacernos como sociedad: ¿Dónde queremos estar? Desde mi punto de vista debemos estar en el lado del gran conglomerado económico, es decir, son las AFP las que debieran ser parte del negocio y ser dueñas de esa represa eléctrica y obtener esas utilidades, con lo cual se incrementarían enormemente las pensiones de los usuarios del sistema. El cambio es importante, puesto que los dueños de las infraestructuras públicas pasaremos a ser todos los chilenos a través de las AFP y el Estado se preocupa de resguardar estos bienes, que también pueden ser carreteras, autopistas urbanas, hospitales, y líneas de metro, entre otras.

Por otro lado, en un país como Chile, con grandes necesidades de infraestructura, con este sistema propuesto llamado Modelo Integral, las AFP podrían realizar todas esas inversiones que necesitamos y ser dueñas de carreteras, autopistas urbanas, puertos, líneas de metro… La lista puede ser enorme y nos permite soñar con un país más desarrollado y con mejores pensiones, donde usted sepa que cuando pagó un peaje por utilizar una carretera, ese dinero se irá a su fondo de pensiones. Invertir cada quien en su fondo de pensiones puede ser un gran negocio.

Por otro lado, como "efecto secundario" tenemos un impacto en nuestra economía que nos puede llevar en el mediano plazo hacia el siguiente nivel, para alcanzar definitivamente el desarrollo, y que tiene efectos casi inmediatos en el empleo y el crecimiento del país. Y, por su parte, al ser dueñas de infraestructura como, por ejemplo, nuevas líneas de metro (que, además, se requieren con urgencia), hacen que los fondos de pensiones sean menos vulnerables a crisis y ciclos económicos.

El Estado a su vez tendrá una disminución importantísima del gasto en infraestructura, dineros que pueden financiar sin problemas nuestras necesidades más urgentes de gratuidad y calidad en la educación, así como nuestras grandes necesidades en salud.

El actual momento es una gran oportunidad para nuestras autoridades de poder realizar un cambio en el sistema actual que nos permita tener beneficios como sociedad. 

¿Qué necesitamos para lograr cambios? Voluntad política y un Estado eficiente y fuerte, que permita colaborar en la administración de estas nuevas inversiones y activos con las AFP. Asimismo, necesitamos un marco jurídico claro y leyes fuertes que castiguen duramente a quienes quieran defraudar el sistema, con sanciones fuertes, no como ha ocurrido en el reciente Caso Cascadas o anteriormente con el caso colusión de farmacias. También debemos establecer límites y condiciones de inversiones, con una Superintendencia de AFP más grande, que autorice inversiones y que pueda realizar auditorías permanentes para proteger el patrimonio de todos los chilenos. Hoy tenemos una oportunidad. aprovechémosla.

Por Patricio Gana, socio AK Contadores

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