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La inflación británica se situó en febrero en un 3,4%


El índice de inflación se situó en febrero en un 3,4 % en el Reino Unido, un 0,2 % menos que el mes anterior y la tasa más baja en 15 meses, debido a la caída de los precios de la electricidad y las actividades de ocio, informó hoy la Oficina nacional de estadísticas (ONS).

Según la ONS, las presiones al alza sobre el índice de precios al consumo (IPC) procedieron el mes pasado de un incremento del valor del alcohol y las verduras, entre otros productos alimenticios.

Por otra parte, el índice de precios minoristas (RPI en inglés), que incluye el pago de préstamos hipotecarios, se situó en febrero en un 3,7 %, también por debajo del 3,9 % alcanzado el mes precedente.

En este caso, el descenso se explica por un abaratamiento del coste del mantenimiento de vehículos, mientras que la presión al alza estuvo motivada, igual que en el IPC, por un incremento del precio del alcohol, señaló la ONS.

La inflación británica ha mostrado una tendencia a la baja desde principios de este año, tras alcanzar en 2011 una cota de hasta el 5,2 %, debido en parte a la aplicación de un aumento del impuesto sobre el valor añadido (IVA) del 17,5 al 20 %.

La caída progresiva del IPC confirma las previsiones del Banco de Inglaterra, que basa su política monetaria en la asunción de que la inflación británica descenderá hasta situarse en 2013 dentro del objetivo oficial del 2 %.

Los datos de hoy son también una buena noticia para el ministro de Economía, George Osborne, que mañana presentará su propuesta de presupuesto anual, en la que se espera que prosiga con el plan de recortes impulsado por este Gobierno.

Pese a que las estadísticas de hoy se consideran positivas, los analistas han advertido de que en los próximos meses el IPC podría volver a subir debido a la tendencia alcista que muestra el petróleo.

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