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Arturo Fontaine dice que el movimiento estudiantil es un tema generacional: «Gran parte de la juventud ama la crítica»

Arturo Fontaine dice que el movimiento estudiantil es un tema generacional: «Gran parte de la juventud ama la crítica»

A juicio del diretor del CEP, se trata de un grupo que hoy pesa en la agenda y «que ha vivido un Chile muy distinto al de quienes toman las decisiones hoy. Es un Chile sin guerra fría, sin polarización política, sin violencia, sin inflación. Hay muchas cosas que se dan por descontadas y existe poca conciencia de que éstas requieren cuidado y conservación: vivir en paz y en democracia no es gratis».


El director del Centro de Estudios Públicos (CEP), Arturo Fontaine, afirmó que detrás del movimiento estudiantil hay una generación contestataria que «ama la crítica», pero que no es consciente de la necesidad de conservar la paz y la democracia.

En una entrevista publicada este viernes por la revista Qué Pasa, Fontaine señala que » hay un tema generacional. El movimiento estudiantil, que es el grupo que hoy pesa en la agenda, ha vivido un Chile muy distinto al de quienes toman las decisiones hoy. Es un Chile sin guerra fría, sin polarización política, sin violencia, sin inflación. Hay muchas cosas que se dan por descontadas y existe poca conciencia de que éstas requieren cuidado y conservación: vivir en paz y en democracia no es gratis. Pero gran parte de la juventud ama la crítica».

 

A su juicio, lo ocurrido en los últimos años no es una reacción contra la desigualdad en el país, sino que contra los abusos, como el lucro en la educación y los que se producen en otros sectores de la sociedad.

«Estamos frente a un movimiento contestatario generacional. Pero eso se junta con el otro factor, que es el tema del abuso en distintas áreas de la sociedad», dijo, precisando que en Chile «ha habido poca sensibilidad ante el abuso. Por ejemplo, lo que saca a los estudiantes a la calle no es tanto la desigualdad, es la sensación de que hay abusos. El lucro en las universidades estaba prohibido por ley, los papás y los estudiantes creían que eso se cumplía. Pero resulta que había una martingala con la cual la ley se burlaba. Eso no lo sabían ni los apoderados, ni los estudiantes».

Una solución al problema, plantea el presidente del CEP es que los abusos terminen no sólo en el ámbito del derecho, sino que también por una cuestión ética.

«Me gustaría que la actitud de aquí en adelante sea: ‘abusos, no’. Una cosa es lo legalmente permisible y otra cosa es lo moralmente correcto. O sea, cuando te dicen: la ley no prohíbe la triangulación en las universidades, es correcto, pero eso no significa que no sea una práctica incorrecta desde el punto de vista ético. Y eso es lo que la población juzga. Y es lo que tiene gravitación política».

Finalmente, Fontaine se mostró en desacuerdo con la gratuidad de la educación superior para todos sin que importe la carrera, la universidad y la situación económica de los estudiantes. Sin embargo afirmó que «rescato, sí, de la demanda por la gratuidad, la aspiración a una educación universitaria menos segregada, más heterogénea desde un punto de vista socioeconómico. Es preocupante una sociedad en la que las personas se forman desde la cuna y hasta que salen de la universidad sin salir de su ghetto social. Es especialmente inconveniente para quienes pertenecen a la elite. Hay que estudiar cómo materializar esa aspiración, al menos en las universidades públicas».

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