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Argentina confirma controversia bilateral y acepta protesta chilena tras considerar el Estrecho de Magallanes como «espacio compartido» PAÍS Credito: ATON

Argentina confirma controversia bilateral y acepta protesta chilena tras considerar el Estrecho de Magallanes como «espacio compartido»

El gobierno argentino aceptó una queja de la Cancillería de Chile, y se comprometió a reformular las recientes directivas que el Presidente Alberto Fernández había fijado para la política militar.


Argentina aceptó una queja de la Cancillería de Chile, a propósito de las directivas político-militares del país trasandino que se referían al Estrecho de Magallanes como un «territorio compartido».

«Uno de los espacios compartidos que resulta fundamental continuar fortaleciendo es el de la exploración, estudio y control conjunto sobre el Estrecho de Magallanes y el Mar de Hoces, espacios estratégicos tanto por su rol como vías navegables naturales entre el Océano Atlántico y el Océano Pacífico como por constituir puntos privilegiados de acceso al continente antártico», precisaba el documento consignado por el diario Clarín y que el mismo Presidente de la República Argentina, Alberto Fernández, firmó.

Desde Chile no guardaron silencio y la Cancillería entregó una carta con la postura oficial frente al documento de la rama militar del vecino país. La misiva aclaró que «el Estrecho de Magallanes, incluidas sus dos riberas, es territorio soberano chileno en conformidad con lo dispuesto en el Tratado de 1881, lo que ha sido reiterado en el Tratado de Paz y Amistad de 1984».

La respuesta no tardó y Argentina aceptó la protesta chilena, señalando que procederán a editar el documento oficial que consideraba «espacio compartido» tanto el Estrecho de Magallanes como el «Pasaje de Drake».

En relación con el Mar de Drake, Chile manifestó en su queja que «tampoco existe allí un control conjunto y que, de conformidad con el Derecho Internacional del Mar seguirá ejerciendo todos los derechos soberanos que le corresponden, así como las libertades reconocidas en la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar».

«Fue un error. El embajador Rafael Bielsa ya habló con el Ministerio de Relaciones Exteriores chileno y explicó que la directiva se va a reformular. Es una zona que no está militarizada y no hay actividades ni patrullajes conjuntos», señaló a La Nación una fuente de la Cancillería argentina, que conduce Felipe Solá.

 

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