2 DE MAYO DE 1975: nació David Beckham, quizás el jugador que mejor ha conjugado el deporte y los negocios, producto de innumerables campañas publicitarias que hasta hoy explotan su imagen.
Beckham debutó a los 17 años en el Manchester United, club que lo catapultó a la fama planetaria, a raíz de sus excelentes campañas locales y europeas que protagonizó el equipo a fines de la década de los noventa.
En 1999, los “Diablos Rojos” se hicieron de la Liga, la Copa FA y la Champions League, logrando un inédito “trébol”, al que sumó la obtención de la Copa Intercontinental a fines de ese año, ante el Palmeiras. En 2003 Beckham pasó al Real Madrid, convirtiéndose en uno de los “galácticos” que reclutó Florentino Pérez para dominar el mercado y el fútbol mundial.
Con los “merengues”, el inglés sólo ganó una Supercopa de España y una Liga. En 2007 sería el turno de la MLS, que fue remecida con la llegada del inglés. En Los Ángeles Galaxy, Beckham permaneció hasta 2012, con un breve paso por el AC Milán, donde no alcanzó a trascender.
Sin embargo, en Estados Unidos, la aparición del jugador coincidió con una de las mejores rachas de triunfos del Galaxy, que ganó la Liga en dos ocasiones; una vez la “Supported Shield”, y en dos la Conferencia Oeste.
Ya en el ocaso de su carrera, en 2013, fue reclutado por el Paris Saint Germain. Allí disputó una decena de partidos y fue parte de la obtención del título de liga por parte de los parisinos.
El punto negro de la trayectoria de David Beckham estuvo en la selección inglesa, con la cual disputó tres mundiales, pero nunca pudo superar los cuartos de final. Con ella jugó 115 partidos, anotando 17 goles.
Hoy, Beckham sigue vinculado al fútbol y se rumorea que podría adquirir una franquicia de la MLS para 2016 o 2017.
