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[Video] Lucas Barrios opacó el estreno de Messi: 2-2 en un partidazo

[Video] Lucas Barrios opacó el estreno de Messi: 2-2 en un partidazo

Después de una hora de abierta superioridad, el conjunto trasandino dejó crecer a su corajudo adversario y sufrió las consecuencias. Agüero y Messi parecían liquidar tempranamente el duelo, pero Haedo Valdez y nuestro conocido Lucas Barrios cambiaron la historia.


El fútbol tiene misterios insondables que justifican su condición de juego más popular en el mundo. El débil le puede ganar al poderoso, entre otras singularidades, y muchas veces media hora vale más que sesenta minutos.
Ahí está el ejemplo de Argentina-Paraguay debutando en esta Copa América 2015 y con más de 21 mil testigos en las graderías del renovado estadio de La Portada.

Cuando Paraguay anotó su primer gol, a los 60’, Argentina ya había convertido dos y el marcador parecía mezquino para reflejar su inmensa superioridad. Aparte de las conversiones de Sergio Agüero y Lionel Messi, el arquero Antony Silva había evitado un tanto olímpico de Di María, se había salvado con un providencial rebote tras un disparo frontal de Mascherano y el árbitro Wilmar Roldán se había tragado un penal que le cometieron a Messi.

A esa altura del partido, además, el arquero argentino Sergio Romero se había limitado a cortar dos centros. Nada más hizo en ataque Paraguay en una hora de juego.

Resulta difícil, por lo tanto, encontrar una explicación para un empate que parecía imposible, que se produjo en el minuto 89 y que deja al Grupo B sumido en una incógnita impredecible.

CONCIERTO ALBICELESTE

Habían transcurrido 15′, y Paraguay no había logrado pasar la mitad de la cancha. Su estrategia era simple: esperar agrupado e invitar a que los argentinos levantaran centros. Recuperada la pelota, los guaraníes se limitaban a despejar hacia cualquier parte.

Argentina, que por cábala usó el modelo de camiseta que llevaba cuando fue campeón por última vez en la Copa América (1993, en Ecuador), no cayó en esa trampa. Tuvo paciencia y paseó la pelota hasta encontrar algún espacio libre. Como ocurre casi siempre, fue Messi el encargado de romper las líneas con sus esquives y sus cambios de juego.

A pesar de tanto dominio y tan pertinaz asedio, los goles albicelestes derivaron de maniobras infortunadas de sus rivales. El protagonista de ambas fue el eficiente lateral izquierdo Miguel Samudio.

En la primera, le ganó la carrera a Messi y quiso habilitar a su arquero; el pase resultó muy corto y fue aprovechado por Agüero, quien sin marcas eludió al arquero y abrió la cuenta.

En la segunda, cometió un muy discutible penal a Angel Di María: el argentino abrió su pierna cuando advirtió la carga del defensor, y el botín del paraguayo, que iba hacia la pelota, rozó la canilla del delantero. Impresionado por la caída, el juez colombiano decretó la pena máxima.

De cualquier manera, afortunado o no, el 2-0 de Argentina no merecía objeciones. Era tanta su superioridad, que sus jugadores ganaban los duelos hasta en el juego aéreo. Y, además, los goles los habían anotado los integrantes de la supla más efectiva del mundo. Entre el «Pulga” y el «Kun” sumaban 90 goles esta temporada. Ahora subían la cuota a 92.

La gente había asistido al estadio para ver a Messi, y ahí lo tenía: habilidoso, cooperador, visionario. Sólo tres veces perdió la pelota en el primer lapso. Y hasta las jugadas que le salieron mal resultaron bien, como ocurrió en la apertura de la cuenta. Además fue el habilitador en la jugada del penal.

ARREMETIDA GUARANÍ

Los 14 primeros minutos de la segundo fracción fueron un calco de lo que sucedía en el primer tiempo. Única y leve diferencia: Argentina se echó un poquito más atrás, seguro de su victoria y con ánimo de reservar energías para el próximo encuentro.

Una sutil doble pared con Pastore, a los 57’, dejó a Messi en posición de remate, y Antony Silva bloqueó el remate con las piernas.

Y desde ese momento Paraguay se instaló en campo ajeno. Ya había mejorado algo con el ingreso de Derlis González, abierto por la banda derecha, pero sin inquietar demasiado a Romero. A los 59’, por primera vez en el partido, el conjunto guaraní logró realizar una sucesión de pases para terminar con un remate de Nelson Haedo Valdez, que obligó a una meritoria salvada del arquero argentino. Y en la reanudación, el mismo volante recibió un pase al borde del área y sacó otro derechazo potente que sorprendió adelantado al arquero argentino.

Lo que parecía tan fácil se transformó en un puzzle para Argentina. Los dirigidos del Tata Martino mantuvieron su actitud cautelosa, pero aceleraron el juego. Y estuvieron cerca del 3-1 con una maniobra individual de Messi, un cañonazo de Javier Pastore, un zurdazo de Di María y un tiro elevado de Marcos Rojo.

Pero Paraguay ya estaba lleno de confianza y fortificó su ofensiva con los ingresos Edgar Benítez y Lucas Barrios, que les dieron mayor dinamismo y efectividad a sus ataques. Todo lo contrario de lo sucedido al rival, que bajó notoriamente su nivel cuando ingresaron Carlos Tévez y Gonzalo Higuaín, muy alejados del rendimiento que habían tenido de Agüero y Pastore.

Romero ya había salvado su valla al tapar un furioso remate de Samudio y se había librado del empate cuando vio cómo un centro de González le quedó un poco atrás a Haedo Valdés y un poco adelante a Cáceres, cuando ambos estaban a dos metros del arco.

El héroe, finalmente, fue Lucas Barrios. El ex colocolino aprovechó un pivoteo de Paulo Da Silva, después de un tiro libre servido por Néstor Ortigoza, para empalmar un zurdazo violento y rasante que dejó sin reacción al arquero trasandino.

En los tres minutos de descuento, Argentina tuvo su última chance, desperdiciada por Tévez con un cabezazo defectuoso.

No quedaba más que festejar en el lado paraguayo y lamentarse en el bando argentino. Un premio al coraje. Un castigo a la displicencia o a la soberbia.

PORMENORES:
Grupo B.
Estadio La Portada, de La Serena.
Público: 21.069 espectadores.
Árbitro: Wilmar Roldán, de Colombia.

ARGENTINA (2): S.Romero; F. Roncaglia, E. Garay, N. Otamendi, M. Rojo; E. Banega (80′, Lucas Biglia), J. Mascherano, J. Pastore; L. Messi, S. Agüero (74′, Gonzalo Higuaín) y A. Di María. DT: Gerardo Martino.
PARAGUAY (2): A. Silva; M. Cáceres, P. Da Silva, P. Aguilar, M. Samudio; N. Haedo Valdez, N. Ortigoza, V. Cáceres, R. Ortiz (46′, Derlis González); R. Bobadilla (65′, Edgar Benítez) y R. Santa Cruz (78′, Lucas Barrios). DT: Ramón Díaz.

Goles: 28’, Agüero (A); 35′, Messi, penal (A); 60’, Haedo Valdez (P); 89’, Barrios (P).
Tarjetas amarillas: Aguilar, Ortiz, González, V. Cáceres y Barrios (P); Roncaglia y Otamendi (A).

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