El precandidato del Partido Republicano, Donald Trump, se encontraba en Atlanta, Georgia, cuando las luces que lo alumbraban durante un discurso fueron apagadas. De inmediato, el multimillonario celebró la oscuridad, y preguntó si las luces cegadoras provenían de la «prensa deshonesta». Cuando el staff logró recuperar la energía, Trump exigió que volvieran a bajarlas «para ahorrar» en energía.