Hicieron su propia orden con cultivos de marihuana y religión. Ellas son Kate y Darcy o las “Hermanas del Valle”, dedicadas a los demás mediante el cultivo y uso de cannabis con el fin de aliviar dolores causados por enfermedades como el cáncer y la artritis.
«No me importa que me llamen monja de mentira», afirma la hermana Kate, de 55 años. «La religión ha hecho mucho daño a las personas». Ambas, Kate y Darcy, hicieron votos, visten hábitos, bendicen las plantas y siguen una serie de rituales en conexión con la Tierra, la Luna y la naturaleza con los que, aseguran, quieren sanar al mundo.
El negocio supone ganancias de más de 1.000 dólares al día. Sin embargo, está sufriendo la presión de las autoridades locales.
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