Desde Polonia, donde se encuentra participando en la reunión anual de la OTAN, el presidente de Estados Unidos Barack Obama condenó los tiroteos en Dallas en los que murieron 5 policías y otras 11 personas resultaron heridas.
Obama dijo sentirse «horrorizado» por el tiroteo durante una marcha de protesta por la violencia policial contra los afroamericanos, y calificó el ataque de «atroz, calculado y despreciable contra agentes de seguridad. Hablo por todos los estadounidenses si digo que me siento horrorizado por lo que ha sucedido y sé lo que ha sufrido el departamento de Policía de Dallas».
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