La Copa Mundial de fútbol de Rusia es el acontecimiento deportivo del verano de 2018 y México es sin duda uno de los países donde con más fervor se vive este evento.
Las jugadas de «Chicharito» Hernández, los goles de Lozano y las atajadas de Ochoa están exacerbando las emociones de los aficionados.
Pero no solo las suyas. También varios de los migrantes alojados en Casa de Migrante AMAR de Nuevo Laredo apoyan al Tri.
«Las personas deportadas y sobre todo migrantes son más vulnerables a la violencia», afirma Aarón Méndez, el presidente de la organización.
Darles la oportunidad de ver el partido en la casa, explica Méndes, «hace que se olviden un poquito del stress, la depresión y de estar pensando de lo que piense Donald Trump».
«Me vine arriesgando la vida de mi niña porque quiero un futuro mejor para ella», cuenta Verónica Rivera, una mujer hondureña alojada en la Casa del Migrante de Nuevo Laredo, México.