Sus condiciones de salud parecen buenas, aunque se les ve algo desorientados.
«¡Gracias! ¡Gracias! ¡Gracias!»
Estas fueron las primeras palabras que los doce adolescentes tailandeses y su entrenador dirigieron a los dos buzos que los encontraron vivos, después de nueve días, en una cueva inundada en la provincia de Chiang Rai, Tailandia.
En la noche de este lunes, dos miembros británicos del equipo de rescate encontraron a los 13 desaparecidos en un recoveco del laberinto de grutas de Tham Luang Nang Non, la cuarta cueva más grande del país asiático.
Allí se habían adentrado el pasado 23 de junio para hacer una excursión, pero las intensas lluvias impidieron que pudieran salir.
Aunque los familiares de los niños celebraron la buena noticia, su calvario todavía no acabó.
De hecho, en los próximos días se esperan fuertes lluvias y aún hay mucha incertidumbre sobre cómo llevar a cabo el rescate, una tarea que podría durar semanas o incluso meses.
