«Si hay un muro de hormigón frente a ustedes, atraviésenlo, supérenlo», decía el año 2004.
Hace 15 años, Donald Trump se subía al escenario de la Universidad Wagner en Staten Island, en Nueva York, para dar el discurso de graduación de la generación de 2004.
Años antes de querer construir un muro físico en la frontera con México, el actual presidente de Estados Unidos también tenía palabras para los muros, en este caso dentro de un alegato para que nada impidiera a las nuevas generaciones cumplir el sueño americano, costara lo que costase.
«No se rindan. No permitan que suceda. Si hay un muro de hormigón frente a ustedes, atraviésenlo, supérenlo, pero ir al otro lado de ese muro», animaba con emoción a los recién licenciados.
«Les diré que la segunda cosa más importante después del amor es que nunca te rindas», decía el entonces empresario.
