El presidente Vicente Fox confirmó que el canciller le presentó su renuncia al cargo, pero dijo que será el próximo lunes cuando decida si la acepta o le solicita que continúe en su puesto.
Jorge Castañeda es considerado el arquitecto de la nueva imagen que el Presidente Vicente Fox quiso proyectar de México, pero según expertos los resultados de Castañeda han sido muy pocos.
Desde mediados del año pasado circulaban versiones sobre el alejamiento de Castañeda, que tenía la pretensión de saltar a un puesto relacionado con la política interna, como las carteras de Gobernación o Educación.
Castañeda es un intelectual de izquierda que decidió en año 2000 formar parte del primer gobierno no priísta en siete décadas.
Al frente de la cancillería ha impulsado la búsqueda de un acuerdo migratorio con Estados Unidos, la entrada de México en el Consejo de Seguridad de la ONU, así como una política de derechos humanos más enérgica.
El incidente con Castro
La crisis diplomática con Cuba, tras la visita de Fidel Castro, en marzo de 2002, con motivo de una cumbre de la ONU en la ciudad mexicana de Monterrey, marcó el punto más bajo de su mandato al frente de la Secretaría de Relaciones Exteriores.
En esa ocasión, debido a presiones de Estados Unidos, Castro debió retirarse inmediatamente después de su intervención ante el pleno de la Conferencia, sin esperar a escuchar la del Presidente de Estados Unidos, George Bush, ni los discursos de la mayor parte de los delegados de los 180 países reunidos en Monterrey.
«Les ruego a todos me excusen que no pueda continuar acompañándolos debido a una situación especial creada por mi presencia en esta Cumbre y me vea obligado a regresar de inmediato a mi país», dijo Castro al pleno de la conferencia antes de abandonar el país.
Cuba revelaría después una conversación telefónica entre Castro y el Presidente mexicano para demostrar que al líder isleño «se le pidió que no asistiera a la Cumbre 24 horas antes de su partida hacia Monterrey» y que «a duras penas el Gobierno mexicano accedió, mediante arduos intercambios, a un acuerdo aceptado por Cuba sin otra alternativa posible, de que el jefe de la Delegación se retirara en horas de la tarde del (pasado) día 21»
De todo esto Cuba culpó a «la política maquiavélica y provocadora del señor Castañeda» y acusó al canciller de mentir, pues éste había negado en reiteradas ocasiones que presiones de Estados Unidos hubieran impedido que Castro se quedara en México.
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