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Arnold en la Ruta 66: de California a Washington

Como van las cosas en Irak y en EEUU, la recuperación de una administración con dos años de pobre desempeño y de un Partido Republicano descompensado, podría iniciarse en California, con la elección de Schwartzenegger como gobernador.


Sucedió lo mismo con Ronald Reagan. Cuando se especulaba que podría ser candidato a la Gobernación de California (1966), el sarcasmo de los analistas oficiales de la época fue notorio. No se criticaba su currículum inadecuado para la carrera de Gobernador, sino que era un actor de segunda categoría. Pero ya en su primer período de Gobernador, -estamos hablando en la época peak de desastres en la guerra de Viet-Nam-, el hombre no disimulaba su aspiración final: ser presidente de Estados Unidos.



En esa época un joven periodista pro-republicano, George Wild, señalaba que al gobernador Reagan le faltaban esos ingredientes con que se cocina un Presidente, por ejemplo un currículum académico suculento, y mucho mejor en derecho. La historia es conocida, Reagan fue Presidente durante dos períodos. Su sapiencia para montar y dirigir equipos y su enorme poderío comunicacional permitieron articular una exitosa estrategia de contención de la expansión soviética.



Ahora es el turno de Arnold Schwartzenegger (AS). Y hay que decir que al contrario del escepticismo general que generó Reagan, pocas voces han caído en el lugar común de afirmar que para ser Presidente se necesitan determinados requisitos expresados en atributos académicos arcaicos. Los comentarios sobre la posibilidad de éxito de AS como gobernador de California se han centrado en las dificultades de revertir el estado caótico en que recibió el Estado, el cual dispone de 54 de los 538 votos que cuentan en el colegio electoral, que al final decide quién gana la Casa Blanca.



Los pro y los contra



Mat Miller, un analista político que trabajó para Clinton, entrevistado por el New York Times dice: "Los republicanos podrían reestructurarse gracias a las posturas sociales menos conservadoras que trae AS". Otro analista entrevistado por el mismo medio, D. Luntz afirma: "AS y su elección ha provocado un terremoto en el Partido Republicano con consecuencias a largo plazo. Plantea un desafío que pocos han notado: los republicanos deben redefinir lo que es ser Republicano."



A pesar de la algarabía republicana, por el empuje que esta victoria electoral pueda darle a la reelección de Bush, analistas extranjeros como Julien Borger de The Guardian, y locales como Miller, sostienen que de aquí a Noviembre de 2004 -fecha de la próxima elección presidencial-, es un lapso de tiempo muy largo para un Gobernador que recibe un Estado en situación de crisis. Durante ese período pueden suceder muchas cosas negativas, sobre todo por la dificultad de enderezar las cuentas.



Son muchos los problemas que debe resolver y muy difíciles las decisiones que debe enfrentar este novicio en política. Por ejemplo, una solución para aliviar el déficit podría ser el aumento de impuestos, opción inaceptable para los republicanos más trogloditas; o bien reducir el personal del sector de servicios, perjudicando así a las capas de más bajos ingresos. Fuentes republicanas estarían distanciándose del triunfo de AS, por lo que pueda suceder en 2004, pensando que sería mejor darle un tiempo a su desempeño.



La alternativa AS



Sin embargo, los estrategas del Partido Republicano han adoptado el punto de vista de que todas las estrategias para salvar la Presidencia y salvaguardar al Partido son posibles. Nada es desechable, mucho menos ahora que emerge una figura realmente popular como AS, señala una fuente republicana en el New York Times. Incluso la política del «bipartizanismo» aplicada durante la administración de Bill Clinton se podría adaptar a un microcosmos clave, como es el caso de California.



Así como van las cosas en Irak y en el propio EEUU, la recuperación de una administración con dos años de trayectoria de pobre desempeño, y por qué no, de un Partido Republicano descompensado por esa misma administración, podría iniciar en California, con la elección de AS como Gobernador de California y toda su carga mediática.



Con AS la discusión teórica de los políticos se traslada a un terreno más público. El discurso se traslada a la gente. En este sentido el último número de la revista Newsweek hace la inevitable comparación con Ronald Reagan. Y tras el triunfo de AS, medios como Chicago Tribune,San Francisco Chronicle, Sacramento Bee, San Diego Union Tribune, sin mencionar en forma explícita una eventual candidatura de AS a la presidencia aludían a los rasgos políticos de Ronald Reagan, otra poderosa imagen mediática, como actor convertido en Gobernador y después en Presidente.



Tras la reelección a Gobernador de Ronald Reagan ya se lo comenzaba a mencionar como futuro candidato a la Presidencia. Eran tiempos en que para ser Presidente se exigían requisitos políticos y académicos que Reagan no poseía. Su candidatura se analizaba con desdén dentro del mismo Partido Republicano, sobre todo en los grupos cupulares del Ivy League universtario de Yale, Harvard, y Princeton. Sin embargo, Reagan fue dos veces Presidente y bajo su mandato se diseñaron los escenarios económicos y políticos que hasta hoy prevalecen en el mundo.



Con ese antecedente, no se puede creer que un personaje del mundo del cine y del espectáculo que lo ha ganado casi todo, menos el Oscar, de repente se le haya ocurrido hacer un viraje hacia el servicio público suspendiendo por un tiempo su actividad de artista. AS no está por una incursión breve en la política. A menos que fracase rotundamente en su mandato como Gobernador, lo que es poco probable, porque nadie lo pudo haber hecho peor que Grey Davis, el Gobernador saliente, según la demócrata Nancy Pelosi.



No fue él quien generó el desastre económico y energético de California. Tendrá siempre el atenuante de que recibió el Estado de manos de un demócrata. Goza de un vínculo privilegiado con la familia Kennedy, a través de su esposa Pam Shriver, hija del astronauta Sargent Shriver, casado con una de las sobrinas del mítico John F. Kennedy. No lo afectó el rótulo de probable nazi, ni las acusaciones de acoso sexual, así como tampoco ser miembro del partido que más equivocaciones ha cometido en solo dos años.



La idea de considerar a AS como un candidato a la presidencia con buenas posibilidades ronda en la cabeza de más de algún político republicano, con el fin de revertir un período difícil que podría prolongarse más de lo pronosticado, señala la revista New Yorker. El analista Bob Reddaway dijo a El Mostrador.cl que una candidatura a presidente de AS no seria jamás aceptada por los grupos ultraconservadores del partido, para quienes Arnold no es más que un demócrata disfrazado de republicano. Sin embargo, agrega el analista, este eventual canditato no necesitaría del apoyo financiero de aquellos grupos conservadores, porque cuenta con una amplia base económica propia.



Pero el escollo más complicado quizás no sea tal. La enmienda constitucional que permitiría a un nacionalizado presentar su candidatura a Presidente, reforzaría la idea de modificar concepciones arcaicas con que aún operan los estados en la época de la globalización.

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