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Perú: Revelan intento de asesinar a García tras autogolpe de Fujimori

Así lo sostuvo el actual primer ministro, en el marco del juicio por violaciones a los derechos humanos que se sigue contra el ex gobernante.


El primer ministro de Perú, Jorge del Castillo, afirmó que durante el autogolpe de 1992 se intentó asesinar al actual jefe de Estado, Alan García, quien fue alertado de un inminente «atentado» contra su vida por Susana Higuchi, la entonces esposa de Alberto Fujimori.



Del Castillo se convirtió en el primer personaje del actual Gobierno en ser interrogado, a pedido de la parte civil, en el proceso que se sigue a Fujimori (1990-2000) por violaciones a los derechos humanos.



El jefe del Consejo de Ministros dijo que el autogolpe del 5 de abril de 1992 buscó formar un «narco-estado» y recordó los vínculos que tuvo, como abogado, el entonces asesor Vladimiro Montesinos con capos del narcotráfico.



Del Castillo, que entonces era diputado y había sido alcalde de Lima, aseguró que fue «testigo de una serie de hechos políticos» que, a su juicio, «fueron actos preparatorios del quebrantamiento del orden constitucional».



Entre estos mencionó a una «estrategia de desprestigio del Congreso», por lo que rechazó la afirmación de que el golpe se dio para terminar con una «política obstruccionista» del Legislativo.



Señaló que durante el autogolpe fue «capturado» por militares cuando se encontraba en la casa de Alan García, quien huyó por los techos cercanos mientras su vivienda era atacada con armas de fuego.



«Yo me quedé en la casa, a cargo, porque estaban durmiendo las hijas del presidente García, eran niños y niñas…lo que hice fue dilatar el tema, gritaba detrás de la pared, iba ganando tiempo de alguna manera», explicó.



Del Castillo dijo que decidió entregarse luego de recibir una llamada telefónica en la que García -que había gobernado Perú por primera vez entre 1985 y 1990- le aseguró que estaba a salvo y le pidió que abriera la puerta porque sus hijos estaban «en riesgo».



Los militares lo detuvieron mientras le preguntaban por el paradero del ex gobernante y luego ingresó a la casa «un contingente de individuos distinto a los militares regulares».



El primer ministro indicó que «el impacto» de su detención «fue muy fuerte», ya que fue golpeado, amenazado y arrojado al suelo, antes de que le ataran las manos a la espalda y le colocaran una capucha para llevarlo al cuartel de la Dirección de Fuerzas Especiales (Dife) del Ejército.



«No me dijeron nada y me llevaron a un carro particular, y me entregaron a unos oficiales de civil, sinceramente pensé que ahí me mataban», comentó.



Del Castillo señaló que permaneció más de cuatro días incomunicado en una habitación con una cama y un armario, tiempo en el que sólo recibió el mensaje de que el general Luis Pérez Documet, jefe de la Dife, no «quería problemas» con él.



«No tuve ninguna indicación de la razón de mi detención, mi esposa, con seis meses de embarazo, me buscó y siempre lo negaron (…) estaba en situación de desaparecido y realmente secuestrado en una instalación militar», aseguró.



El primer ministro, quien fue liberado el 10 de abril, remarcó que desde el autogolpe fue víctima de «un proceso de hostigamiento permanente que siguió hasta el final del Gobierno (de Fujimori)».



Del Castillo reveló que, años después, García le contó que «una persona cercana le había dicho que iba a sufrir un atentado ese día».



«Tengo la convicción de que el grupo que entró a la casa, entró para eliminar físicamente al presidente García», sostuvo, para luego decir que tiene «la información» de que la alerta fue dada por Susana Higuchi, la madre de los cuatro hijos de Fujimori, de quien se divorció en 1993.



«Esa es la información que yo recibí, he referido que ella a través de interpósita persona hizo llegar (la advertencia de) esa amenaza», añadió.



Del Castillo también informó que cuando García estuvo asilado en Colombia fue destacado a Bogotá el mayor del Ejército Santiago Martin Rivas, el líder del grupo militar encubierto Colina.



«Por eso él (García) tuvo que irse a Francia, porque todos saben que en Colombia se contrata a cuatro sicarios y fácilmente lo despachan», apuntó.



Del Castillo se presentó hoy ante la Sala Suprema especial que enjuicia a Fujimori por las matanzas de Barrios Altos y La Cantuta, que se saldaron con un total de 25 personas muertas, así como los secuestros del periodista Gustavo Gorriti y el empresario Samuel Dyer.



EFE

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