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EEUU pedirá pena de muerte para seis detenidos en Guantánamo por 11-S

Entre los detenidos se encuentra Khalid Shaikh Mohammed, ex jefe de operaciones del grupo terrorista Al Qaeda y considerado por Estados Unidos como el cerebro de los atentados en los que murieron casi 3.000 personas.


Fiscales militares estadounidenses solicitarán pena de muerte para seis detenidos de Guantánamo relacionados con los atentados del 11 de septiembre de 2001 contra Washington y Nueva York, según publica este lunes The New York Times.



El Pentágono tiene convocada una rueda de prensa para este lunes, donde hará públicos los cargos y en la que podría anunciar que se pedirá la pena de muerte.



Está previsto que se acuse a los detenidos de numerosos crímenes de guerra.



Entre los detenidos en Guantánamo se encuentra Khalid Shaikh Mohammed, ex jefe de operaciones del grupo terrorista Al Qaeda y considerado por Estados Unidos como el cerebro de los atentados en los que murieron casi 3.000 personas.



Los militares solicitarán la pena capital para los acusados porque, según señaló un funcionario al diario neoyorquino, si se puede obtener la máxima pena en algún caso es en uno en el que los acusados participaron en un crimen de la escala del 11-S.



La noticia de que Estados Unidos buscará la pena de muerte para los sospechosos de Guantánamo ha hecho que surjan preocupaciones sobre la posibilidad de que el caso atraiga una atención innecesaria sobre el controvertido sistema de las comisiones militares.



El sistema, que todavía no ha sido capaz de llevar a cabo ni un solo juicio, ha estado plagado de problemas desde el principio.



«El sistema no ha sido capaz de lidiar con los casos menos complicados a los que ha tenido que hacer frente hasta ahora», dijo a The New York Times David Glazier, un ex funcionario de la Marina y profesor de la Universidad de Derecho Loyola en Los Ángeles.



El periódico apunta que pueden pasar meses antes de que los juicios arranquen y destaca que no está claro que se pudieran llevar a cabo las ejecuciones en Guantánamo.



Algunos observadores también apuntan que es prematuro para los fiscales el tratar de obtener la pena de muerte en un sistema de comisiones militares que ha fracasado por el momento a la hora de especificar cómo se llevarán a cabo los juicios.



«Ni el sistema ni los abogados de la defensa están listos para un caso de pena de muerte», aseguró un ex abogado experto en temas de defensa militar al diario.



Las fuentes consultadas por el rotativo neoyorquino identificaron a los sospechosos como Mohammed al-Qahtani, el hombre al que los funcionarios estadounidenses bautizaron como el secuestrador que nunca llegó a participar físicamente en los atentados del 11-S.



Otro de los inculpados sería Ramzi bin al-Shibh, a quien se le considera el principal intermediario entre los secuestradores que derribaron los aviones en septiembre del 2001 y los líderes del grupo terrorista Al Qaeda.



Ali Abd al-Aziz Ali, conocido como Ammar al-Baluchi, un sobrino de Mohammed, identificado como su lugarteniente en las operaciones del 2001, también figura en la lista, así como Mustafa Ahmed al-Hawsawi y Walid bin Attash, quienes habrían participado en distintas tareas como el entrenamiento de los terroristas del 11-S.



La última ejecución militar tuvo lugar en 1961, cuando un funcionario del ejército, John A. Bennett, fue ahorcado tras ser condenado por violación e intento de asesinato.



EFE

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