Publicidad

Bush firma ‘ley estímulo’ que dará a contribuyentes entre US$ 300 y 1.200

Urgencia de este paquete de medidas ha sido tal, que incluso antes de que el gobernante promulgara la ley el Servicio de Rentas Internas comenzó a preparar los cheques que deben ser enviados.


El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, firmó este miércoles la Ley de Estímulo Económico que debe rescatar a la economía del riesgo de una recesión y que pondrá en el bolsillo de los contribuyentes entre 300 y 1.200 dólares para reactivar el consumo.



La urgencia en poner en marcha este paquete de medidas ha sido tal, que incluso antes de que Bush firmara la ley el Servicio de Rentas Internas (IRS) comenzó a preparar los cheques que debe enviar en las próximas semanas a los domicilios de 130 millones de contribuyentes.



Bush reconoció hoy, durante la firma del texto legal, su preocupación por la ralentización que sufre EE.UU., pero se mostró convencido en que el paquete de medidas «tendrá un impacto importante» en la reactivación de la economía.



El paquete, que contó con el sólido respaldo del Congreso, permitirá inyectar un total de 152.000 millones de dólares en la economía estadounidense, sobre la que se cierne la sombra de la recesión.



El eje central del plan, como ya ocurrió en la crisis del año 2001, será reactivar el consumo, que supone las dos terceras partes de la economía del país y del que depende la mayor parte del empleo.



Los trabajadores con ingresos más bajos y que no están obligados a declarar, recibirán un cheque de 300 dólares, la misma cantidad que los ancianos que cobran pensiones bajas y los veteranos de guerra.



Estos dos colectivos fueron incluidos en el plan por insistencia de los legisladores demócratas, dado que en la propuesta de Bush no estaban contemplados.



Los contribuyentes sin cargas familiares recibirán un máximo de 600 dólares, y 1.200 si están casados, así como 300 dólares por cada hijo que tengan a su cargo.



La segunda pata del plan será un programa de desgravaciones fiscales para las empresas y negocios que inviertan y creen nuevos puestos de trabajo.



El tercer y último pilar será un programa para poner a disposición del público hipotecas asequibles a través de agencias patrocinadas por el Gobierno.



Los analistas se han mostrado escépticos sobre la efectividad que tendrá esta inyección de recursos a largo plazo, debido a la grave crisis que padece el mercado inmobiliario, al aumento de la morosidad en el pago de las hipotecas, y al crecimiento del desempleo.



El economista jefe de la agencia calificadora de riesgo Moody’s, Mark Zandi, dijo que las medidas servirán para acortar la recesión, pero no alterarán los indicadores fundamentales de la economía, afectada por la crisis de la vivienda y la restricción del crédito.



Además, los comercios no esperan tampoco un gran impacto, dado que una encuesta encargada por el Consejo Internacional de Centros Comerciales revela que las dos terceras partes de los contribuyentes utilizarán el dinero para pagar deudas o ahorrarlo.



El plan sólo tendrá un impacto en la economía si el dinero que se envíe a los contribuyentes se gasta.



Sin embargo, Bush se mostró hoy convencido de la efectividad del paquete, debido a la «robustez» de la economía estadounidense, que en sus siete años como presidente ha absorbido otras recesiones, ataques terroristas y escándalos corporativos.



«Lo más genial de nuestro sistema es que puede absorber impactos de este tipo, y salir fortalecida de la crisis», dijo el presidente, momentos antes de firmar la ley.



«Siempre que tomemos medidas que favorezcan el crecimiento y tengamos fe en el pueblo estadounidense, nuestra economía será próspera y continuará maravillando al mundo», agregó.



El secretario del Tesoro, Henry Paulson -artífice del acuerdo con el Congreso sobre este plan- también se mostró optimista, y aseguró que el país no entrará en recesión este año.



«La economía estadounidense es diversa y fuerte y los fundamentos a largo plazo son saludables», dijo Paulson ante el Comité Presupuestario de la Cámara de Representantes.



Afirmó, además, que la primera economía mundial seguirá creciendo, «aunque a un ritmo más lento del que se ha observado en los últimos años».



Estados Unidos creció a un ritmo del 0,6 por ciento en el último trimestre del 2007, aunque todos los ojos están puestos en la revisión que se llevará a cabo a final de mes, y que podría por primera vez indicar una contracción.



EFE

Publicidad

Tendencias