Publicidad

Científicos advierten desastre ecológico si sigue destrucción de pantanal

Un 20 por ciento de la superficie de Suramérica son zonas pantanosas pero los científicos señalaron que están muy mal identificadas y catalogadas por sus características.


Científicos de todo el mundo advirtieron este domingo que la rápida destrucción de pantanales en todo el mundo está liberando grandes cantidades de dióxido de carbono lo que puede acelerar el calentamiento global de la atmósfera.



Un día antes del inicio en la ciudad brasileña de Cuiba de la VIII Conferencia Internacional de Pantanales, los científicos advirtieron que las zonas pantanosas del planeta albergan un volumen de carbono similar al que existe hoy en día en la atmósfera.



«El calentamiento global está acelerando la descomposición de los materiales orgánicos acumulados en los pantanales, lo que a su vez está liberando en al atmósfera gases con efecto invernadero que aumenta la evaporación de las aguas», señaló a Efe el científico estadounidense Eugene Turner que participará en la conferencia.



La conferencia, a la que asistirán 700 científicos de 28 países de todo el mundo entre el 21 y el 25 de julio, emitirá una declaración final en la que se urgirá a las naciones a redoblar los esfuerzos para preservar las zonas pantanosas del planeta.



El profesor Paulo Texeira, coordinador del Programa Medioambiental de la Región del Pantanal, un proyecto conjunto de la Universidad de las Naciones Unidas y la Universidad Federal de Mato Grosso, dijo a Efe que la reunión también servirá para «mejorar las labores científicas en los pantanales en Latinoamérica».



Un 20 por ciento de la superficie de Suramérica son zonas pantanosas pero los científicos señalaron que están muy mal identificadas y catalogadas por sus características.



Según los datos proporcionados por los organizadores de la conferencia, los pantanales cubren el 6 por ciento de la superficie de la Tierra, cifra en la que se incluyen marismas, zonas cenagosas, los deltas de los ríos, la tundra y lagunas.



Pero esa superficie almacena entre el 10 y el 20 por ciento del carbono existente en la tierra, lo que supone alrededor de 771.000 millones de toneladas de gases con efecto invernadero, tanto el CO2 como el metano, un gas que tiene efectos incluso más nocivos para el calentamiento global que el dióxido de carbono.



La cifra total es similar al CO2 que actualmente contiene la atmósfera.



Turner añadió que además de esta función de almacenamiento del CO2, las zonas pantanosas del planeta «tienen un poderoso valor económico. Por ejemplo, en muchas áreas sirven para contener inundaciones. En otras, retienen productos químicos industriales nocivos».



Turner se mostró especialmente preocupado por la liberación de metano que está acumulado bajo el «permafrost» -una capa de tierra permanentemente helada- de la tundra tanto en Rusia como en Canadá.



«Vamos por muy mal camino -afirmó Turner-. En la última década, parte del CO2 liberado ha sido absorbido por los océanos, pero en los últimos años se ha podido observar que ya no lo están haciendo al mismo ritmo que antes».



Texeira afirmó que uno de los problemas que existen actualmente para proteger los pantanales es que «no existe una definición legal, lo que hace que en países como Brasil sea muy difícil preservarlos».



En los pasados 100 años, el 60 por ciento de los pantanales de todo el mundo han sido destruidos, una cifra que sube hasta el 90 por ciento en Europa.



En Estados Unidos, que ha perdido 50 millones de las 90 millones hectáreas que existían hace 500 años, las zonas pantanosas del Misisipi antes acumulaban 60 días de agua del río. En la actualidad esa cifra se ha reducido a 12 días.



EFE

Publicidad

Tendencias