El ex agente de inteligencia declaró este miércoles como testigo en el juicio que se sigue a Fujimori (1990-2000) por presuntos abusos a los derechos humanos por el asesinato de un total de 25 personas en las matanzas de Barrios Altos (1991) y La Cantuta (1992).
El ex agente del grupo Colina Jesús Sosa Saavedra negó este miércoles que Alberto Fujimori, cuando era presidente de Perú (1990-2000), expresase su apoyo a las actividades de ese escuadrón militar encubierto responsable de varias matanzas.
Sosa dijo que los integrantes del Colina «en ningún momento» recibieron el apoyo de Fujimori, sino del entonces jefe del Ejército Nicolás Hermoza y otros generales de esa fuerza armada.
El ex agente de inteligencia declaró este miércoles como testigo en el juicio que se sigue a Fujimori (1990-2000) por presuntos abusos a los derechos humanos por el asesinato de un total de 25 personas en las matanzas de Barrios Altos (1991) y La Cantuta (1992).
Al ser interrogado por el abogado Carlos Rivera, de la parte civil, sobre cuantos asesinatos cometió Colina, Sosa dijo que no se ponía a contarlos.
Sosa admitió haber intervenido en las matanzas de Barrios Altos, donde fueron asesinadas 15 personas, incluido un niño de ocho años, en una zona céntrica de Lima; y la de la universidad La Cantuta en la que fueron secuestrados y ejecutados nueve estudiantes y un profesor.
El ex militar dijo que fue convocado para integrar el grupo Colina por su experiencia en el combate contra el terrorismo en las zonas declaradas de emergencia a partir de 1980.
Por su parte, el abogado Rivera declaró a la prensa, en una pausa de la audiencia, que las declaraciones de Sosa han sido incoherentes porque atribuye la creación del Colina a una decisión del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, además de haber negado las declaraciones de sus ex compañeros.
«Para suerte de nosotros, Sosa no ha dado ninguna información precisa de cuál fue la instancia y en qué momento se tomó la decisión (de la creación del Colina)», señaló el letrado.
Sin embargo, para el abogado de Fujimori, César Nakasaki, las declaraciones de Sosa no sirven para acusar al ex mandatario de los delitos que se le atribuyen como «autor mediato».
«Mi balance es que a partir de estos testimonios (de los ex integrantes del Colina) no hay ninguna prueba de cargo», afirmó Nakasaki en declaraciones a periodistas.
De otro lado, Nakasaki criticó la presencia de una fiscal en la sede de la Dirección de Operaciones Especiales de la Policía (Diroes), donde está recluido Fujimori, para investigar en forma preliminar el cambio de régimen penitenciario de su cliente a uno más leve.
«El ministerio Público (Fiscalía) no tiene vela en este caso, a menos que haya comisión de un delito», indicó Nakasaki.
El reciente cambio en el régimen penitenciario del ex gobernante, a uno más flexible y de mayor acceso a visitas, ha generado una ola de críticas al ministerio de Justicia y al Instituto Nacional Penitenciario, y es investigado desde esta semana por la fiscalía.
Una de las visitantes de Fujimori era la anciana Salomé Ibarguen, señalada por un reportaje periodístico como adivinadora y bruja, y que este miércoles fue impedida de ingresar a la sala destinada a los familiares del acusado durante la audiencia judicial, como lo hacía hasta hace poco.
EFE
