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El Papa renuncia a viajar a México a causa de la altitud

Los Encuentros Mundiales de la Familia, que tienen como objetivo reforzar la institución familiar y sus lazos en los cinco continentes, comenzaron en 1994 en Roma, coincidiendo con el Año Internacional de la Familia declarado por la ONU.


El Vaticano confirmó este jueves que el papa Benedicto XVI no viajará a México para participar en el VI Encuentro Mundial de la Familia, prevista del 13 al 18 de enero de 2009, ya que los médicos se lo han desaconsejado por precaución debido a la altitud.



Así lo anunció este jueves el Presidente del Pontificio Consejo para la familia, Ennio Antonelli, que aseguró que «no hay que preocuparse por la salud del Papa».



«El Papa esta bien de salud, pero no es un jovencito, y debido a su edad avanzada (81 años) se le ha aconsejado por precaución no viajar a Ciudad del México, debido a la altitud (2.300 metros sobre el nivel del mar)».



El purpurado añadió que Benedicto XVI estudia una modalidad alternativa para poder participar, como una intervención por videoconferencia, «porque ama tanto al pueblo mexicano y tiene una gran consideración de la Iglesia en este país».



Tras anunciarse en 2005 durante el encuentro de Valencia (España) que México sería sede de la Jornada Mundial de la Familia en 2009, se había esperado en un viaje del Papa, pero éste nunca fue confirmado.



El cardenal Antonelli también informó sobre el VI Encuentro, cuyo lema es «La familia formadora en los valores humanos y cristianos», señalando que durante el mismo se celebrará un congreso teológico pastoral que durará tres días, en el que se analizarán las diferentes políticas y legislaciones sobre las familias.



El encuentro concluirá con una misa a la que se espera asistan un millón de personas.



Antonelli informó también de que recientemente habló con el embajador de México ante la Santa Sede, Luis Felipe Bravo Mena, quien le expresó la disponibilidad del Gobierno mexicano para que el encuentro sea un éxito.



El cardenal también fue preguntado durante la presentación por la situación de los católicos divorciados y vueltos a casar y dijo que la doctrina de la Iglesia no ha cambiado ni cambiará y, por lo tanto, siguen sin poder comulgar



Antonelli señaló al respecto que la Iglesia no puede aprobar los matrimonios celebrados tras un divorcio, «sería ir contra la verdad del Evangelio». El cardenal añadió que la Iglesia seguirá ayudando a todas esas personas, para acercarlas al ideal del matrimonio cristiano, pero que se mantiene la prohibición de poder comulgar.



Los Encuentros Mundiales de la Familia, que tienen como objetivo reforzar la institución familiar y sus lazos en los cinco continentes, comenzaron en 1994 en Roma, coincidiendo con el Año Internacional de la Familia declarado por la ONU.



El segundo se celebró en Río de Janeiro, en 1997; el tercero en el 2000 de nuevo en Roma con motivo del Jubileo; el cuarto, en 2003 en Manila, y el quinto, en 2005 en Valencia.



En la ciudad española Benedicto XVI convocó el sexto encuentro en Ciudad del México.



Juan Pablo II asistió a los tres primeros. A Manila no pudo ir por su delicado estado de salud. Benedicto XVI acudió al de Valencia.



EFE

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