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Tailandia: Dos muertos y cinco heridos en fase inicial del asalto al bastión de los camisas rojas

Los soldados por medio de megáfonos pidieron antes a los manifestantes que abandonaran la zona que ocupan desde hace casi seis semanas para forzar la disolución del Parlamento.


Al menos dos manifestantes han muerto y otros cinco han resultado heridos durante la fase inicial del asalto llevado a cabo este miércoles por las tropas tailandesas contra la fortaleza del frente de los camisas rojas en la zona comercial de Bangkok, indicaron testigos y fuentes médicas

Una de las víctima mortales se trata de un miembro de los equipos de seguridad de los camisas rojas, constituidos en una fuerza paramilitar que va uniformada.

El cadáver fue encontrado por los soldados cerca de la barricada que los camisas rojas levantaron frente al distrito financiero de Bangkok y a un lado de parque de Lumpini.

La otra víctima, que vestía ropas civiles, fue hallada sobre el suelo a un centenar de metros de distancia de la primera, con un disparo en el pecho.

Dos de los heridos recibieron disparos en el pecho y los otros tres en las extremidades inferiores, de acuerdo al centro oficial de emergencias que coordina la asistencia médica en los hospitales de la capital.

Las tropas, que tras derribar las barricadas avanzaron por el interior del campamento de los camisas rojas, han detenido la operación para facilitar la salida de los manifestantes, la mayoría de ellos congregados alrededor del escenario montado en el centro del campamento, relataron a Efe testigos.

El portavoz en funciones del Gobierno, Panitan Wattanayagorn, dijo, en una intervención televisada, que la operación militar continuará a lo largo del día y que el objetivo por ahora es «asegurar el perímetro» del campamento de los camisas rojas.

Los vehículos blindados derribaron las barricadas levantadas por los camisas rojas, que previamente los manifestantes habían incendiado para dificultar el asalto de las tropas al campamento, de unos tres kilómetros cuadrados de extensión.

La humareda del incendio y los tiroteos llevaron a la dirección del hospital de Chulalongkorn, que se encuentra muy cerca de la barricada, a preparar la evacuación de los enfermos.

Los soldados por medio de megáfonos pidieron antes a los manifestantes que abandonaran la zona que ocupan desde hace casi seis semanas para forzar la disolución del Parlamento.

Cerca de 3.000 manifestantes permanecen en el interior desde que muchos abandonaron la base tras la ola de violencia en la que murieron al menos 39 personas y una 280 resultaron heridas, de acuerdo a los últimos datos oficiales.

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