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OIEA: Japón subestimó el peligro de tsunami en la planta nuclear de Fukushima

«Hubo insuficientes medidas de protección contra tsunamis» y el regulador japonés «subestimó» el peligro de un desastre natural de ese tipo, indica una de las conclusiones de los 18 expertos que estuvieron en Japón del 24 de mayo al 2 de junio.


El regulador nuclear japonés «subestimó» el peligro de un tsunami en la planta nuclear de Fukushima y no la protegió de forma adecuada, según un informe del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) publicado este lunes  en Viena.

En un detallado documento de 167 páginas elaborado por un equipo de expertos internacionales liderados por el británico Michael Weightman se establecen varias deficiencias en la gestión de la crisis por parte de las autoridades nucleares niponas.

La central de Fukushima estaba preparada para resistir olas de 5,7 metros, pero el pasado 11 de marzo un tsumani de 14 metros sacudió la planta y dejó sin refrigeración a sus seis reactores, lo que desencadenó el mayor accidente nuclear de los últimos 25 años.

«Hubo insuficientes medidas de protección contra tsunamis» y el regulador japonés «subestimó» el peligro de un desastre natural de ese tipo, indica una de las conclusiones de los 18 expertos que estuvieron en Japón del 24 de mayo al 2 de junio.

Además, las medidas de protección adicionales recomendadas como resultado de una evaluación en 2002, con un incremento de la altura de las protecciones contra tsunamis, no fueron suficientes, indicaron los especialistas.

Por ello, solicitan una revisión de algunas normativas del regulador japonés, para reflejar «la experiencia y los datos obtenidos durante el gran terremoto del Este de Japón y el posterior tsunami».

Otra crítica, esta vez sobre la gestión del desastre, indica que pese a contar con equipos especializados bien organizados, «las complicadas estructuras y organizaciones pueden llevar a retrasos a la hora de tomar decisiones urgentes».

El OIEA también recomienda contar con equipos móviles de emergencia para sustituir con rapidez una posible caída de los sistemas de alimentación eléctrica de las plantas en caso de un desastre natural.

En Fukushima, además del suministro eléctrico, el tsunami destruyó el sistema alternativo de energía con generadores propulsados por motores diesel para situaciones de emergencia.

También se establece la necesidad de revisar el procedimiento japonés para gestionar un accidente nuclear grave, ya que éste se basa en el supuesto de que el suministro eléctrico permanece disponible tras un percance, algo que no sucedió en Fukushima.

En los que no ahorran elogios los expertos es en el trabajo de los «valientes» operarios japoneses que trataron de controlar la central de Fukushima poco después del desastre del 11 de marzo.

«Tuvieron que trabajar en la oscuridad, casi sin sistemas de instrumentación y control para garantizar la seguridad de los seis reactores», elogian los expertos, en «un escenario de emergencia catastrófico y sin precedentes».

El informe se dio a conocer en la apertura de una conferencia ministerial sobre seguridad nuclear, tras el accidente de Fukushima, y en la que el director del OIEA ha propuesto una batería de medidas para fortalecer la seguridad en las plantas atómicas. EFE

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