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Las FARC descartan que muerte de «Cano» lleve a la paz por la vía de la desmovilización

«La paz en Colombia no nacerá de ninguna desmovilización guerrillera, sino de la abolición definitiva de las causas que dan nacimiento al alzamiento», notificó el Secretariado o mando central rebelde en un comunicado difundido por su sitio en Internet y agrega que»hay una política trazada y esa es la que se continuará», advirtió la jerarquía guerrillera, conformada por siete mandos que tenían desde mediados de 2008 a «Cano».


Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) descartaron este domingo que la muerte de «Alfonso Cano», alias de su comandante en jefe, lleve a la paz por la vía de la desmovilización de los insurgentes.

«La paz en Colombia no nacerá de ninguna desmovilización guerrillera, sino de la abolición definitiva de las causas que dan nacimiento al alzamiento», notificó el Secretariado o mando central rebelde en un comunicado difundido por su sitio en Internet.

«Hay una política trazada y esa es la que se continuará», advirtió la jerarquía guerrillera, conformada por siete mandos que tenían desde mediados de 2008 a «Cano» como jefe máximo.

«Cano», antropólogo de 60 años y con casi cuatro décadas de trayectoria rebelde, sucedió al fundador y hasta entonces único mando máximo de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), «Manuel Marulanda Vélez» o «Tirofijo», alias de Pedro Antonio Marín, que murió casi octogenario, de una crisis cardiaca.

Según el mando rebelde, «no será esta la primera vez que los oprimidos y explotados de Colombia lloran a uno de sus grandes dirigentes. Ni tampoco la primera en que lo reemplazarán con el coraje y la convicción absoluta en la victoria».

«La única realidad que simboliza la caída en combate del camarada Alfonso Cano es la inmortal resistencia del pueblo colombiano, que prefiere morir antes que vivir de rodillas mendigando», sostuvo el Secretariado.

Con el líder rebelde «ha caído el más ferviente convencido de la necesidad de la solución política y la paz» en Colombia, continuó el mando de las FARC, organización en armas desde 1964.

«Cano» murió el viernes por la noche en una zona montañosa del departamento suroccidental del Cauca, acorralado en las fuerzas de seguridad, mediante una gigantesca operación por tierra y aire.

Santos asegura que “Cano” pudo haber hecho la paz con él

El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, aseguró que el desaparecido jefe máximo de la FARC, alias «Alfonso Cano», perdió la oportunidad de hacer la paz con él.

«‘Cano’ hubiera podido hacer la paz conmigo, pero perdió la oportunidad de construir país», afirmó Santos en una alocución al país por cadena de radio y televisión, desde Popayán, la capital de la región en la que el jefe insurgente perdió la vida.

El gobernante agregó que Guillermo León Sáenz, nombre de pila del insurgente, dedicó la vida a la violencia y a atacar a sus compatriotas, y «murió desesperado».

«Hoy estamos derrotando el dogmatismo, el extremismo político y aislado de la realidad de un país que está cambiando, que no quiere saber más de violencia, que no quiere saber más de las FARC», continuó Santos, que compareció desde una base castrense.

Santos dijo que el golpe del viernes por la noche a «Cano» fue certero, no será el único y tampoco llevará al Gobierno y a las Fuerzas Armadas al triunfalismo.

«Su caída (la de ‘Cano’) es sin duda alguna el golpe más importante que se haya dado en la historia de esta lucha contra ese grupo subversivo», reiteró el presidente, que habló acompañado pro el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, y rodeado de los altos mandos de las fuerzas de seguridad.

Es una baja alcanzada con «una operación impecable (…) basada en un largo y preciso trabajo de inteligencia», es un golpe que resultó de una estrategia de mucho tiempo que solo en 2010 ha dejado más de 350 rebeldes muertos, cerca de 1.500 capturados y unos 1.300 desmovilizados, dijo luego.

Santos recordó que antes de «Cano» cayeron en redadas similares «Raúl Reyes», alias del segundo al mando y portavoz internacional de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), en marzo de 2008, y el «Mono Jojoy», apodo del jefe militar de la organización, en septiembre de 2010.

Con «Jojoy» se derrotó la intransigencia militar de esta guerrilla y con «Cano» se venció su intransigencia política, continuó el gobernante.

En la alocución, Santos reiteró su llamamiento a las FARC para que sigan el ejemplo de la banda terrorista vasta ETA, que hace poco anunció que dejaba las armas.

«Las FARC y su carrera absurda de violencia, que ya alcanza casi medio siglo, han llegado a un punto de quiebre», sostuvo el gobernante, y apuntó que «la cúpula de las FARC se va derrumbando como un castillo de naipes».

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