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Un intelectual rockstar en la cota mil Niall Ferguson en la UAI

Un intelectual rockstar en la cota mil

Bastián Fernández
Por : Bastián Fernández Periodista de El Mostrador
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Está entre los 100 personajes más influyentes según la revista Times, debido a sus libros y series sobre la historia económica y financiera de la humanidad. El académico y best sellers expuso ante un auditorio lleno sobre los mil metros del nivel del mar lo que es su visión para entender la historia. Esto fue lo que pasó.


La charla arranca en media hora, el auditorio está lleno y en la fila de atrás dos estudiantes discuten su futuro.

–Yo me quiero ir a Río de Janeiro, París o Singapur, cachai?

–Sí, pero ¿altiro?

–Sí. Me gustaría especializarme en economía, negocios, management y finanzas. Quedaría papo pos.

La divagación sobre el futuro de los estudiantes continúa pero se suman otros horizontes, como las universidades de Oxford, Columbia y Harvard. Mientras, en la primera fila se acomodan los académicos de la UAI: Lucía Santa Cruz, Andrea Repetto y Ascanio Cavallo, entre otros.

El ruido de conversación en el auditorio es total. Aparece Niall Ferguson, de traje, alto y con una barba que le da un aire marxista, según él, aunque no lo sea. Baja la escalera y el auditorio lo recibe con aplausos.

El historiador económico británico llegó hasta las faldas de la cordillera para ser incorporado al selecto club de académicos honoríficos de la universidad, entre los que se cuentan al Nobel de Economía y padre del liberalismo, Milton Friedman, y al otro Nobel y liberal, Friedrich Hayek.

Méritos no le faltan. Ferguson ha escrito cinco libros, una gran cantidad de artículos académicos y su exposición en TED del 2011 tiene más de un millón 352 mil reproducciones. Además, ha producido cuatro series de televisión entre 2003 y 2011 en las que expone sus tesis sobre el dinero, la civilización y el desarrollo de la humanidad. Su estilo directo y satírico junto a afirmaciones como que los “incas no tenían una percepción real del dinero” en el documental El Ascenso del Dinero, le han generado varios enemigos.

Uno de sus rounds más famosos fue con el Nobel de Economía Paul Krugman, a quien se propuso “desenmascar” probando que todas sus predicciones fueron falsas. Hace dos años sumó una nueva disputa, esta vez con el ensayista Pankaj Mishra. Este acusó a Niall de ignorar hechos que complicaban su narrativa de la dominación occidental y que su conocimiento de las “fechorías coloniales” era selectivo.

Es por eso, y por qué en los 70 durante su juventud apoyó a Margaret Thatcher, que Ferguson fue calificado como un ‘Tory Punk’ o ‘Punk Conservador’.

ALZA LA MANO SI MARCHAS

Ferguson sabe hablar, y muy bien, ante una audiencia. “Se me ha pedido entretenerlos con una pequeña charla, así que eso haré, y me pregunto ¿de que les voy a hablar?”, dice de entrada y saca las primeras risas en el público. Lo que sigue es una exposición sobre su teoría para explicar la historia de la humanidad salpicada de ironías y chistes ácidos, preferentemente contra el marxismo.

La historia, según él, se puede entender si se diferencia a las jerarquías de las redes. Ferguson explica su punto con una imagen incrustada en la retina de los asistentes: la demoledora victoria por 7-1 de Alemania sobre Brasil en el último Mundial del fútbol.

Brasil es una red, dice Ferguson, que dependió de una estrella y eso lo hizo vulnerable. Alemania, en cambio, es una jerarquía o un “casi ejercicio militar bajo la distracción del juego… Les dije a unos amigos alemanes: ‘¡Se supone que esto es un deporte!’”, exclama Ferguson y la audiencia estalla en risas por tercera vez en menos de cinco minutos.

–¿Quiénes han participado en una manifestación en los últimos tres años? –pregunta Ferguson y en el auditorio de la UAI se levantan pocas manos.

–¿Quiénes se enteraron de las manifestaciones a través de las redes? –vuelve a preguntar Ferguson y las mismas pocas manos se levantan.

Los próximos cuarenta minutos profundiza su tesis y hace una serie de referencias históricas para argumentar que las redes tienen innovación y que se han potenciado con la tecnología, pero que son frágiles. El mundo, dice, es dominado por las jerarquías y éstas se enfocan en extraer la innovación de las primeras.

Ferguson advierte que, si bien las redes están empoderadas, “es diferente usarlas a ser dueños de ellas. De hecho, nada ha aumentado tanto la riqueza como ser dueño de las redes”. Por lo mismo, concluye, que “las redes se ven planas, parecen que nos empoderan, pero no somos los dueños”. Detrás de las redes, dice, hay viejas jerarquías e incluso “las más cool como Google se han convertido en una jerarquía”. Esa es la dialéctica que plantea Ferguson.

La conferencia termina entre aplausos. A continuación, tres preguntas de estudiantes, perfectamente pronunciadas en inglés, apuntan a la opinión de Ferguson sobre los temas que están en la agenda nacional. ¿Cambiar la Constitución? Ferguson advierte que no es recomendable destruir las instituciones. “Latinoamérica tiene un récord de producción de constituciones, con Venezuela en la punta”. ¿La Reforma Educacional? Ferguson dice que es difícil “opinar sobre un país en el que acabo de aterrizar y sobre todo antes de almorzar”. Dice que Chile no funciona bien en educación, “pero no creo que lo correcto sea atacar al sector privado”. La última pregunta es sobre Venezuela. “Ilustra lo que el populismo puede hacer para empobrecer a un país rico en recursos”, dice.

Después de una hora de ironías e ideas sobre liberalismo termina la conferencia y en torno a Ferguson se agrupan los estudiantes para sacarse selfies. También le piden que autografíe sus ediciones del libro Civilización: occidente y el resto (Debate, 2012) que la universidad repartió, gratis, al terminar la charla.

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