Las autoridades reanudaron este viernes la búsqueda de una decena de desaparecidos tras la rotura de dos barreras en un gran depósito de residuos en un complejo minero en el estado brasileño de Minas Gerais que barrió un poblado de 600 habitantes, informaron hoy los organismos de socorro.
Los bomberos de Minas Gerais tan sólo confirmaron hoy la muerte de un hombre y cuatro heridos, entre ellos dos niños, aunque la víspera se llegó a informar de que ocho personas habían perecido en el accidente registrado en el distrito de Bento Rodrigues, en el municipio de Mariana.
Más de cien bomberos y veinte vehículos se desplazaron hasta el distrito, que fue cubierto este jueves por una marea de lodo que provocó el destrozo de todo lo que encontró a su paso, incluidas casas y vehículos.
Según indicaron los bomberos, los afectados fueron sometidos a un proceso de descontaminación de hierro mediante el uso de agua y jabón.
Más de un centenar de personas fueron trasladadas a un gimnasio polideportivo convertido en un albergue improvisado y la alcaldía de Mariana decretó estado de «calamidad pública».
El distrito de Bento Rodrigues tenía cerca de 200 casas y albergaba unas 612 personas, según datos oficiales de 2012.
El ministro de Integración Nacional brasileño, Gilberto Occhi, y el secretario Nacional de Protección y Defensa Civil, Adriano Pereira Júnior, se desplazaron hasta el lugar del accidente y sobrevolaron el área afectada.
La minera Samarco, responsable de las actividades en el área, informó en un comunicado de que «no hay confirmación de las causas y la completa extensión de lo ocurrido», pendiente de las investigaciones.
Samarco, una filial conjunta de la brasileña Vale con la australiana BHP, señaló que la revisión realizada en julio de 2015 no encontró ningún fallo en la seguridad de las barreras.
La compañía también negó que seantóxicas las sustancias vertidas por la ruptura de los diques. En un comunicado, la empresa aseguró que los residuos son «inertes» y están compuestos «en su mayor parte» por sílice, mineral usado en el procesado del hierro y que «no presentan ningún elemento químico que sea perjudicial a la salud».
La mayoría de los 600 habitantes de Bento Rodrigues consiguió huir a tiempo antes de que la zona fuese barrida el jueves por la riada. Uno de ellos, Sídney Solveira, dijo a Efe que «la mayor parte» de los vecinos consiguió huir a zonas más altas subidos en unos camiones de una constructora que estaban en la localidad.
«Algunos habitantes no aceptaron huir de sus casas y deben de haber fallecido», comentó Solveira, de 45 años.
La Alcaldía de Mariana, ciudad de la que depende el distrito de Bento Rodrigues, informó que recibió a cerca de 500 personas en un pabellón deportivo que fue habilitado como albergue.
Solveira presenció la ruptura de los diques desde lejos, puesto que estaba regresando por carretera a Bento Rodrigues desde Mariana, municipio que se encuentra en una zona de montaña en el estado de Minas Gerais (sureste).
Él afirma que es una «tragedia anunciada», ya que asegura que en el pueblo no había sirenas para avisar de posibles emergencias y porque los habitantes de la zona «sabían del riesgo» desde «hacía muchos años».
«Hubo mucha reunión, pero la minera siempre negaba que había riesgo», comentó.
La ruptura de los diques, según Solveira, estuvo precedida por dos temblores, que se sintieron desde el poblado, uno ocurrido a la una de la madrugada y otro cerca de las 14.00 hora local, cerca de dos horas antes del siniestro.