Para el maganate lo que importa es que se generarán miles de empleos de carácter industrial.
El nuevo Presidente de los Estados Unidos Donald Trump firmó hoy dos órdenes ejecutivas para reactivar la construcción del Keystone XL y el Dakota Access, dos oleoductos que el gobierno de Barack Obama había frenado por los posibles daños medioambientales.
Keystone es un proyecto para llevar petróleo desde Canadá al golfo de México, mientras que Dakota Acces proyecta unir dicho estado -epicentro del fracking- con Illinois, lo cual produjo en su momento las protestas de las tribus sioux, quienes decían que atravesaría tierras ancestrales y contaminaría sus aguas.
Los opositores a estos proyectos esgrimen que el petróleo que se transporta resulta muy contaminante y que, además, las obras pasarán por espacios protegidos y aumentarán la dependencia de las energías fósiles. Sus defensores en cambio señalan las decenas de miles de empleos que se crearán y el abaratamiento de la energía para las empresas.
Un rato antes de firmar estos decretos, en una reunión con ejecutivos de la industria automotriz -en la que dijo que reducirá las regulaciones medioambientales para atraer inversiones-, Trump dijo que «el ecologismo está fuera de control”, en una más de sus características opiniones mordaces. Luego, procedió a enfatizar las ventajas de la puesta en marcha de estas obras, en especial respecto a la creación de empleos:»Vamos a renegociar algunas condiciones (para la construcción de los oleoductos) y si les gusta, veremos si podemos construir ese oleoducto, (habrá) muchos empleos, 28.000 estupendos empleos de construcción (…) Vamos a devolver al trabajo a un montón de trabajadores del acero. Vamos a construir nuestros propios tubos, como en los viejos tiempos”.
