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Así vivió el expresidente de Brasil Lula da Silva las 10 horas que duró el dictamen que lo acerca a la cárcel

Así vivió el expresidente de Brasil Lula da Silva las 10 horas que duró el dictamen que lo acerca a la cárcel

Por 6 votos contra 5, la máxima instancia judicial de ese país rechazó la solicitud del mandatario de permanecer en libertad mientras agota los recursos de que dispone contra su condena.


El Supremo Tribunal Federal de Brasil rechazó el miércoles el recurso de habeas corpus presentado por el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, abriendo así el camino para que sea enviado a prisión, donde deberá cumplir una sentencia de 12 años por corrupción.

Por 6 votos contra 5, la máxima instancia judicial de ese país rechazó la solicitud del mandatario de permanecer en libertad mientras agota los recursos de que dispone contra su condena.

11.25: Rodeado de guardias de seguridad, Lula llega al Sindicato de Metalúrgicos de São Bernardo do Campo, en São Paulo, desde donde decidió seguir la sesión del Supremo Tribunal Federal. Sube al segundo piso, sin saludar a los cerca de 400 seguidores que lo aguardaban desde las 10 de la mañana en el hall principal de la entidad, empuñando banderas rojas.

La sala fue especialmente decorada con fotos históricas de Lula para la ocasión. Las ventanas de los corredores del segundo piso, desde donde Lula va a presenciar el juicio, fueron cubiertas para ocultar los movimientos de los miembros del Partido de los Trabajadores (PT).

Lula recibe a antiguos líderes sindicales como Djalma Bom y Expedito Soares, quienes le entregan una carta de apoyo.

12.20: Mientras Lula conversa a puertas cerradas con el precandidato del PT al gobierno paulista, Luiz Marinho, la militancia empieza a cantar: «Eeeee, ooo, vida de ganado, pueblo marcado, pueblo feliz». La expresidenta Dilma Rousseff llega al sindicato acompañada del exministro Miguel Rossetto y se une a Lula.

Militantes en favor de LulaDerechos de autor de la imagenAFP
Image captionMilitantes acompañaron al expresidente desde las 10 de la mañana.

Los líderes del partido insisten en que el PT no va a trabajar con la hipótesis de la prisión de Lula. «Confiamos en que el Supremo va a ser el guardián de la Constitución», dice Marinho, quien salió a saludar a militantes en el salón. «Ellos cometieron un error en 2016 (cuando autorizaron la detención después de la segunda instancia). Ahora es la oportunidad de corregirlo», agrega.

«Tenemos plena convicción de que el habeas corpus será acatado, si no lo es, seguimos con la caravana», afirma el exministro Carlos Gabas.

13.00: Se le sirve un almuerzo a Lula y su comitiva (Dilma, Marinho y los gobernadores Tião Viana y Wellington Dias, adems de Gabas y Miguel Rossetto.

13.40: Poco antes de que comience la sesión, los aliados del expresidente dicen que él está tan tranquilo que hasta tiene tiempo de comentar un gol de Cristiano Ronaldo en el partido del martes de la Liga de Campeones.

Sin revelar tensión por el juicio, Lula había mostrado cierta preocupación por un comentario del comandante del Ejército, general Eduardo Villas Bôas, quien la noche del martes publicó un mensaje en el que decía estar en contra de la «impunidad», un acto que fue interpretado por políticos y analistas como un comentario que podría afectar la decisión del SFT.

14.07: El SFT atrasa 7 minutos la sesión. La presidenta Cármen Lúcia inicia el juicio con un comentario de menos de dos minutos. A las 14.10hs, el relator Edson Facchin ya estaba hablando.

Mientras Lula almorzaba, fueron llegando otros aliados. De su familia, está presente su hermano Genival Inácio da Silva, o Vavá.

14.30La banda que toca música del nordeste para de cantar durante la transmisión del juicio.

«Esperamos un resultado favorable, dice Antonio Lucivaldo Avelino de Lima, 50, un metalúrgico presente en el hall. «Si le niegan el habeas corpus, la gente se va a sentir desmoralizada. Pero no vamos a bajar la cabeza», dice Francisco de Assis do Santos, afiliado al PT desde su fundación.

15.13: La lenta lectura de los votos por los ministros deja a la audiencia más aburrida que aprehensiva. Algunos bostezan.

Militantes del partido de Lula miran el juicio.Derechos de autor de la imagenAFP
Image captionLula dejó de mirar el juicio en la televisión tras el voto de Barroso.

La única reacción durante la primera hora del juicio es un murmullo de desaprobación que recorre el salón donde están los militantes. Se produce cuando Gilmar Mendes, del STF, critica al PT, o cuando el exministro José Dirceu dijo que el partido gestó la «violencia que está aquí». ¡Golpista!, le grita exaltado a Mendes un militante desde la platea.

15.57: En cuestión de minutos, Gilmar Mendes pasa de «golpista» a ser ovacionado, cuando anticipa que votará a favor del habeas corpus de Lula. «Lula presente, eterno presidente», cantan los manifestantes agitando banderas de distintos movimientos sociales.

Cuando se hace un intervalo en el juicio, el grupo forma una ronda en medio del salón y empieza a declamar poesías. «Cuando los opresores han hablado, los oprimidos hablarán», recitan.

En la sala donde están reunidos los líderes del PT prevalece la sensación de que el juicio está yendo bien, gracias a la posición de Gilmar Mendes. «Lula continúa sereno. Él dice: ‘No vamos a celebrar antes del final», dice Luiz Marinho.

16.37: Recomienza el juicio, con el voto del ministro Alexandre de Moraes. El ya esperado voto de Moraes no genera reacción alguna entre los militantes.

17.30: Cuando el ministro Luis Roberto Barroso indica que va a votar en contra de Lula, la mayor parte de la platea de militantes está conversando, sin prestar mucha atención a lo que pasa en el Tribunal.

Militantes del partido de LulaDerechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionNo todos los militantes permanecieron junto a Lula durante las diez horas que duró el juicio.

Después del voto de Barroso, Lula deja de observar el juicio. Se va a una sala sin televisión donde conversa muy tranquilamente con Dilma, el exalcalde de São Paulo, Fernando Haddad, y otros amigos.

«Él no parece estar muy interesado en los votos individuales. Quiere saber el resultado final», explica un interlocutor del presidente.

Los votos de Barroso y Moraes no fueron una sorpresa. Ahora la esperanza está puesta en el voto de Rosa Weber, cuya postura, hasta ese momento, era un incógnita.

18.40: Cuando llega el —decisivo— momento del voto de Weber, Lula sigue sin mirar la TV. Es el quinto voto —de 11— y el expresidente está preparado para quedarse hasta tarde en el sindicato, a esperar el final de la votación.

19.10: Durante el discurso de la ministra Rosa Weber, parte de los militantes se marchan.

19.27: Rosa Weber vota en contra del habeas corpus de Lula. La militancia escucha en silencio. Hay un clima de confusión, y se escuchan algunos abucheos cuando cuando ella dice claramente que acompaña el voto de Fachin. El clima en el salón es de desánimo, no de revuelta. Más militantes se van.

Militantes a favor de LulaDerechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionEl voto de Gilmar Mendes fue celebrado por los militantes, que cantaban: «Lula presente, eterno presidente».

Lula continúa conversando con amigos en una sala sin TV. Le avisan que el voto de Weber fue en su contra.

Las posibilidades del expresidente ahora son mínimas: entre los ministros que aún deben votar, por lo menos dos —Luiz Fux y Cármen Lúcia— ya dieron indicios de que están a favor de la prisión en segunda instancia.

20.20: Mientras Fux se manifiesta en contra del habeas corpus, le llevan a Lula una coca cola y una pizza. En el salón donde estaba concentrada la militancia ya queda la mitad de las personas.

21.00: Los amigos cercanos de Lula comienzan a marcharse. Lula se queda en el sindicato, pero sus asesores anuncian que no se va a pronunciar, ni va a saludar a la ya escasa militancia, ni va a hablar con los periodistas.

22.36: Frente a la derrota de su posición, favorable al habeas corpus, el ministro Marco Aurelio, noveno en votar en el plenario del STF, acusa a la presidenta del Tribunal, Cármen Lúcia, de haber manipulado la agenda la semana pasada, lo cual propició una respuesta negativa al pedido de Lula.

Mientras tanto en São Bernardo do Campo, nadie entra o sale de la sala en la que está Lula. En el hall, 50 militantes aguardan en silencio el final del juicio.

23.30: Faltando apenas dos votos para el final, lanzan fuegos artificiales desde un predio cercano al sindicato para celebrar la aparente derrota de Lula. Una motociclista pasa por la calle gritando «¡Lula en la cárcel!».

Lula se dirige a la cochera y sale del sindicato en auto, sin hablar con nadie. Un aliado explica: «Él estaba tranquilo. Es obvio que, en su fuero íntimo, pueda posiblemente sentirse debilitado, pero no lo demostró».

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