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TLC e inglés: una oportunidad a no desperdiciar


Una grata sorpresa nos llevamos cuando recibimos las noticias sobre el anuncio de la firma del tratado de libre comercio con Estados Unidos y la intensificación del aprendizaje del idioma inglés en Chile. La iniciativa anunciada por el Ministro Bitar bajo el lema: «El Inglés Abre Puertas», es un complemento perfecto y fundamental para aprovechar las oportunidades que nos ofrece este importante tratado. El inglés no solo nos beneficiará con mayores niveles de comercio e inversión bilateral, sino también, y quizás más importante aún, facilitará la transferencia y difusión de conocimiento y tecnología desarrollada tanto en EEUU como en los demás países de habla inglesa.



¿Por qué el uso del idioma inglés debe ser tomado en serio? Empecemos por cuantificar su potencial. El idioma inglés es el lenguaje principal de libros, periódicos, revistas, negocios internacionales, conferencias académicas, ciencia, tecnología, diplomacia, deportes, competencias internacionales, música pop y publicidad. Cerca de dos tercios de los científicos del mundo leen en inglés, mientras que más de un 70 por ciento del contenido de Internet se encuentran en este idioma. El inglés es oficial en por lo menos 50 países con un total de población mayor a los dos mil millones. Estos 50 países producen más del 42 por ciento del producto mundial, en tanto su inversión en investigación y desarrollo representa alrededor del 45 por ciento del total mundial (EEUU tiene una porción cercana al 37 por ciento). Más aún, EEUU e Inglaterra generan el 68 por ciento de las innovaciones, tanto en procesos como en productos, de los países más desarrollados (G-7). Sólo EEUU representa dos tercios de estas.



Estos números nos llevan a concluir que la masificación del inglés y el tratado de libre comercio facilitarán el acceso al conocimiento y a la tecnología mundial fundamentales para el crecimiento económico. Estudios recientes, muestran que el conocimiento acumulado en un país se difunde y tiene efectos positivos en la productividad del resto de los países del mundo. En un artículo reciente, el economista Wolfgang Keller sugiere que la difusión tecnológica se ve favorecida por los lazos comerciales, de inversión y lenguaje. Extendiendo sus resultados para Chile, y reconociendo los posibles problemas metodológicos, se encuentra que si el total de personas que hablan inglés en Chile aumentará a los niveles de Francia esto implicaría un 15 por ciento de aumento en la difusión de tecnología desde países de habla inglesa hacia Chile. Además, los resultados de este economista sugieren que un aumento de un diez por ciento en el comercio entre EEUU y Chile aumentaría la difusión de tecnología desde este país del norte a Chile en un 6 por ciento.



Sin embargo, la experiencia internacional ha demostrado que la adopción de un segundo lenguaje no es necesariamente un objetivo fácil de alcanzar. Algunos esfuerzos hechos por países del este asiático para promover el inglés como segundo lenguaje han sido exitosos solo parcialmente. No cabe duda que esta política pública es un desafío para todo el país. La globalización y la economía del conocimiento requieren este esfuerzo. El programa «El Inglés Abre Puertas» es un primer paso concreto dado por el Estado, ahora hay que esperar que tanto el sector privado como la academia hagan otro esfuerzo para capacitar a los estudiantes y trabajadores.



En este contexto es clara la necesidad de ideas innovadoras para seguir desarrollando el aprendizaje del idioma inglés con el fin de aumentar su nivel de penetración en nuestra sociedad. Además de la capacitación de profesores, es necesario buscar otras instancias que generen beneficios con costos relativamente bajos. Por ejemplo, el atraer voluntarios de países de habla inglesa a Chile con el fin de trabajar directamente tanto con profesores como con estudiantes y así generar la capacidad de enseñar e interactuar en este idioma.



El aprendizaje también podría estar inserto en actividades extra-programáticas de los colegios, por ejemplo en talleres de música, películas y noticias en inglés. Otra alternativa para las personas que tienen acceso a Internet, es el aprovechamiento de servicios gratuitos de programas integrales que entregan la oportunidad de practicar y aprender el vocabulario de distintas especialidades como los derechos humanos o el medio ambiente. Un servicio de este tipo lo entrega la BBC, el cual ofrece instrucción en inglés de una manera entretenida (a través de noticias, música, deportes y trabajo) junto con explicaciones en español.



El país debe tomar ventaja de la oportunidad que es el TLC y adoptar una actitud más agresiva en el aprendizaje del idioma inglés, donde este no sea considerado un gasto sino una inversión. Y así no terminar lamentándonos como García Márquez.



* Ph.D en Economía Harvard.
** PhD. en Economía Universidad de Nueva York.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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