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Inflación sin medida

No hay medidas para una inflación sin medida. Salvo, como siempre, congelar los salarios, exigirle a los currantes que se aprieten el cinturón, aumentar las tasas de interés, generar desempleo. Si de remar se trata, el navío se parece al Titanic. Empieza a mirar donde están los botes salvavidas y sobretodo no pierdas de vista a Velasco.


Por Luis Casado*



El genio de Jean-Claude Trichet, presidente del Banco Central Europeo, quedó en evidencia cuando se refirió a la inflación: «Respecto a los riesgos para la estabilidad de los precios, el presidente del BCE ha afirmado que estos están relacionados con el aumento del precio del petróleo y de las materias primas».



Un pequeño paso para «el hombre», pero un paso gigantesco para la ciencia económica mundial: el presidente del BCE descubrió que la causa de la inflación reside en el aumento de los precios. Tú no te cachondees que los nuestros no lo hacen mal.



Edmundo Pérez Yoma, dijo en Radio Cooperativa que «siempre se confunde tomar medidas con hacer anuncios», agregando que el gobierno «está tomando todas las providencias para enfrentar un flagelo que nos parece de mayor importancia», lo que no significa que vengan anuncios. Si te quedó claro es que Pérez Yoma debe haberse expresado mal.



El chollo reside en que Michelle negó que se estuviesen tomando medidas para luchar contra la inflación. La razón es simple: para luchar contra el alza del precio de los combustibles la convencieron de tirar mil millones de dólares por la ventana gracias a lo cual el barril de petróleo pasó de U$ 134 a U$ 145 en solo una semana. De ahí que Pérez Yoma hable de «providencias», si no ves la diferencia eres mala leche.



Velasco, que algunos identifican como el autor de la medida que costó mil milloncitos, también se raja con declaraciones para el bronce: «Estos meses que vienen, lo venimos diciendo ya desde el mes de marzo, para mucha gente no van a ser fáciles, pero juntos vamos a salir adelante». Uno no sabe si el ministro se incluye entre la gente para la cual los meses que vienen «no van a ser fáciles», pero recuerda que Velasco declaró otra cosa: no pudiendo reprimir las ganas de enseñarle el Padre Nuestro al cura y el Dios te salve María a la madre superiora, Velasco negaba cualquier eventual problema diciendo: «Chile está blindado para enfrentar la crisis financiera mundial».



Mejor aún, al dar a conocer la cifra de la inflación para el año 2007, -un 7,8%-, Velasco declaró textualmente: «Si Ud. le quita la energía y los alimentos, la inflación fue solo de un 2,6%, muy por debajo de nuestras previsiones» (sic). Como dice mi tronko, Armen Kouyoumdjian: «Ä„Fantástico! Si Ud. no come y se congela las pelotas, puede llegar al paraíso sabiendo que se cumplieron las previsiones».



En fin, que Velasco nos regala ese valeroso «juntos vamos a salir adelante» en plan galera. Refiriéndose al escenario económico actual el ministro explica: «Nos han tocado ciertos días y meses difíciles en materia económica, pero no me cabe ninguna duda que remando todos juntos vamos a salir adelante» (sic). Se ve que Velasco no conoce la navegación a vela ni la invención de la máquina de vapor.



Lo que no quita que la inflación navegue alegremente hacia un número a dos dígitos a pesar de que hace años de años que los Chicago boys nos martirizan los huevos con su monetarismo al peo y que el Banco Central es lo más independiente que hay.



De modo que «blindados»Â… Ä„los cojones de Velasco!, porque al resto nos toca «remar» para «salir adelante». A todo esto agrégale que no hay medidas para combatir la inflación porque revisando el libro de economía que hay en Hacienda se dieron cuenta del peligro de «los efectos de segunda vuelta».



¿Kélokeso? Que si conceden un aumento de salarios para compensar el alza del costo de la vida, o si distribuyen más bonos o subvencionesÂ… gatillarían otra subida de precios, tú ya sabes, los monetaristas aseguran que la liquidez excesiva genera inflación.



En eso debían haber pensado estos años durante los cuales hicieron crecer la masa monetaria a un ritmo del 18-20% anual mientras el tan mentado crecimiento se apendejaba. Servidor ya había explicado que la masa monetaria del primer mundo creció en un 40% en los últimos años, y que la de China, India y otros países tercermundistas se triplicó. Como ves la inflación actual la dispararon los bancos centrales, primero fabricando dólares para alimentar el crédito irresponsable y luego para salvar a los especuladores.



Lo que explica que Axel Weber, un patriota que ejerce irresponsabilidades en el BCE, declare: «Debemos asegurarnos de que las expectativas de la inflación permanezcan estables y que el alza de precios no genere un aumento de salarios. Porque eso inevitablemente desataría una espiral salarios-precios». ¿No te lo decía yo?



¿Y las medidas? No hay medidas para una inflación sin medida. Salvo, como siempre, congelar los salarios, exigirle a los currantes que se aprieten el cinturón, aumentar las tasas de interés, generar desempleo. Si de remar se trata, el navío se parece al Titanic. Empieza a mirar donde están los botes salvavidas y sobretodo no pierdas de vista a Velasco.



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*Luis Casado es economista

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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