Zorro el Papa, como es, habrá mirado con sus ojillos socarrones a esta mole derrumbada allá abajo. Y habrá comprendido cabalmente la jugada de García. La Paloma ya lo tendría advertido al detalle de cómo pretendía usarlo el presidente peruano frente a la opinión mundial.
Una hora veinte duró la entrevista que sostuvo el presidente peruano Alan García con el Papa Benedicto XVI en las áureas dependencias de la Santa Sede. Recordemos que el Vaticano es el único Estado del mundo que niega rotundamente contar con un servicio de inteligencia, afirmación que, al parecer, ha convencido plenamente al mandatario peruano. ¿Desconoce García que existe Sodalitium, un organismo creado por el Papa Pío XII, en 1909, y que es según los expertos, el más eficiente aparato de inteligencia que existe en el planeta, tanto así que hasta la CIA y el Mossad le solicitan ayuda con no poca frecuencia?
De modo que con cuentos chinos al Papa ni hablar. A ciegas no anda Ratzinger ni ningún Papa doctor García, y usted debiera saberlo. “Su santidad es una persona que está informadísima en el tema de los continentes y el tema sudamericano lo tiene muy claro”, apuntó un sorprendido García Pérez a la salida de la audiencia papal. En ella, un “pacifista” y “ecológico” García intentó dibujar ante el pontífice la figura de un estadista preocupado por el armamentismo y la conservación de un medio ambiente limpio y descontaminado. ¿Creerá el mandatario del Perú que el Papa no conoce los sucesos de Bagua? ¿Que no ha sido informado por su “escritorio peruano” del incumplimiento del Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo sobre Pueblos Indígenas y Tribales y la Declaración de la ONU sobre los pueblos indígenas firmado por el Perú? ¿Imaginará que Ratzinger no sabe que este acuerdo suscrito en 1989, entró en vigor en 1991 y que Perú lo ratificó en el 1994?
En la primera se establece una entidad jurídica especial para las comunidades nativas y campesinas que el ejecutivo debe respetar y en el segundo se obliga a que toda decisión que afecte a las comunidades sea previamente consultada. Nada de esto ha sido respetado por el gobierno de Alan García. ¿O no sabrá acaso el Papa de los sucesos en la ciudad amazónica de Bagua, donde habrían muerto al menos 30 manifestantes, 22 policías y donde más de 150 manifestantes y policías resultaron heridos, registrándose más de 70 detenciones , incluidos varios niños? ¿Pensará García Pérez que el Santo Papa de Roma es bobo? ¿Nunca le enseñaron a este prócer que el Espíritu Santo lo ve todo, incluso en la espesura de la selva peruana, entre las tarántulas y las víboras, y se va volando la Paloma Exaltada para arrullar los secretos más recónditos en el oído al Papa romano?
Desparramó sus 165 kilos Alan García a los pies del Vicario de Cristo, besó el Anillo del Pescador, e intentó una monumental impostura. Algo que bien podríamos considerar una suplantación de personalidad, todo ello con el expreso propósito de crearse una imagen internacional de hombre bondadoso, ponderado, progresista y enemigo de las carreras armamentistas. Zorro el Papa, como es, habrá mirado con sus ojillos socarrones a esta mole derrumbada allá abajo. Y habrá comprendido cabalmente la jugada de García. La Paloma ya lo tendría advertido al detalle de cómo pretendía usarlo el presidente peruano frente a la opinión mundial. Le susurró el alemán al peruano varias frases crípticas acerca del paganismo y la naturaleza. “Son tantos los que como éste me utilizan a diario”, habrá pensado el hombre más sagaz y agudo de la Tierra, mientras García intentaba ponerse de pie, cosa que no ha conseguido ni ante su propio pueblo, ni ante el juicio esclarecido de los justos que, por fortuna, aún habitan el Mundo.