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Concurso de «erselensia»

La mala noticia para ese Servicio es que ellos no son los únicos en proveer con tanta celeridad y eficiencia los cargos. Es una cuestión generalizada. “Todos los concursos están arreglados”, me consoló mi amigo. ¿Y para qué los hacen? Simple: la ley lo exige de esa forma.


El viernes 18 de noviembre, gracias a un tweet de @ChilePeriodista (Twitter oficial del Colegio de Periodistas), me enteré de un concurso para proveer el cargo a honorarios de Periodista en el Hospital Sótero del Río. La paga no era mala: $825.000, menos el 10 por ciento.

Postulé de inmediato. Pero, como todo periodista que se precie de tal, inquieto, desconfiado, un tanto empoderado de la teoría del complot permanente, comencé a hacer algunas averiguaciones. Lo primero que hice fue llamar a un amigo que trabaja en la Administración Pública (léase “conocedor” del tema) para que éste opinara sobre qué tan arreglado estaba el concurso. En estas cosas siempre hay alguien que corre con ventaja. La experiencia demuestra que la desconfianza no se inventó por las puras. “No te preocupes, pego un telefonazo y te cuento”, me prometió.

Minutos más tarde mi buen amigo estaba al habla. Aún era viernes. El plazo de postulación es el 23 de noviembre. Su contacto en el Hospital Sótero del Río le contó la firme. “Ayer me presentaron a la periodista, ya está trabajando; está lista”. ¡Eso es erselensia, mierda!, me dije. Así de eficientes son en el Servicio de Salud Metropolitano Sur Oriente. O sea, una vez más, estamos en presencia de un concurso chanta.

La mala noticia para ese Servicio es que ellos no son los únicos en proveer con tanta celeridad y eficiencia los cargos. Es una cuestión generalizada. “Todos los concursos están arreglados”, me consoló mi amigo. ¿Y para qué los hacen? Simple: la ley lo exige de esa forma.

Pero, como mi amigo también es eficiente, en menos de lo que canta un gallo se consiguió el nombre de la afortunada colega, que por esas cosas de la vida, se saltó, o mejor dicho, no necesitó cumplir con las cuatro instancias que contempla el llamado a concurso: a) Análisis Curricular; b) Evaluación Psicolaboral; c) Entrevista Individual y d) Entrevista Final con la Comisión de Selección. Todas las etapas son de carácter presencial.

Ella, pensé, mejor que nadie cumple eso de “presencial”, nobís que trabaja allí mismo la chiquilla. Me pregunto si el ministro Mañalich llegará a enterarse de estas prácticas corruptas. No. Él está para otras cosas. En todo caso, le deseo mucha suerte a la colega “seleccionada”, quien es amiga de su jefa Andrea Estrada (factor que por ningún motivo gatilló la decisión de seleccionarla como “la única que cumplía el perfil del cargo”, según supe). Lo siento por mí y por unos 500 ingenuos colegas que también deben haberse ilusionado con la peguita.

Aprovecho la ocasión para manifestarle, más que mi molestia, mis felicitaciones a los encargados del concurso. Esos tíos sí que son “erselentes”, comenzando por la jefa de Relaciones Públicas, Andrea Estrada. Para la otra, eso sí, no gasten tiempo subiendo llamados, que por fortuna, aún sonrojan a personas honestas que trabajan en el hospital, háganse los jiles, total siempre habrá una explicación posible que dar, si es que alguien la pide, ¿cierto, ministro Mañalich?

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