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Alcohotest, alcoholemia y tolerancia cero: ¿A qué?

Rodrigo Álvarez Quevedo
Por : Rodrigo Álvarez Quevedo Abogado de la U. Adolfo Ibáñez. Profesor de Derecho Penal, Universidad Andrés Bello. Abogado Asesor, Ministerio del Interior (2015-2018)
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Con tanto alcohotest, alcoholemia y alcohol en la tele me dieron ganas de dar la lata. Primero, no es necesariamente cierto que el alcohotest sea una prueba indiciaria, un valor referencial que solo sirve para sacar conductores del camino y hacerles la alcoholemia. Uno se puede negar a una o a las dos pruebas, la consecuencia es la presunción del estado de ebriedad (+ de 0.8) y que uno pierde, o debería perder (es decisión del Fiscal), la posibilidad de suspensión condicional. Ahora, es obvio que si están los dos exámenes, se prefiere el de sangre por ser más preciso, pero esto no significa que el alcohotest sea una prueba que solo se usa para el control en las calles como parece plantearlo la directora de SENDA. A veces, habiéndose hecho la alcoholemia, ya sea porque se ha retrasado el resultado del examen, o simplemente porque nunca se envió, se formaliza o requiere en procedimiento simplificado según el resultado dado por el examen pulmonar. Me consta que se hacen requerimientos donde el alcohotest y, dependiendo de su resultado, se entiende la prueba para calificar el delito como de manejo bajo la influencia o conducción en estado de ebriedad. Entonces, no tiene un efecto meramente preventivo.

Segundo, sobre nuestra querida ley: es mala. La baja en las muertes y en los accidentes se produjo por el aumento en la fiscalización y la publicidad en los medios, lo que también se podría conseguir con otra ley, no necesariamente buena, incluso con una aún peor. En el 2011 hubo un total de 62.834  accidentes de tránsito, de los que solo en 4.206 y 840 hubo conducción en estado de ebriedad o manejo bajo influencia del alcohol respectivamente. No estoy diciendo que sea bueno manejar y tomar. Son, hasta cierto punto, conductas incompatibles. Sí creo que no era necesario bajar el mínimo permitido para lograr los fines que buscamos. En Suecia se puede manejar hasta 0.6 y en Inglaterra hasta 0.8 y, seguramente, hay menos muertos por accidentes (proporcionalmente) que en Chile. ¿Es más peligroso quien maneja responsablemente con 2 copas de vino o un irresponsable que lo hace sobrio a 150 km por una vía urbana? Para nuestra ley es más peligroso, siempre, el primero.

En el 2011, solo en el 7.4 % del total de accidentes hubo alcohol de por medio. Como ejemplo, ese mismo año hubo 1.808 accidentes por adelantamiento; 3.046 por no respetar el derecho preferente de paso; 6.084 por no respetar una señalización; 3.651 por culpa del peatón; 2.085 por exceso de velocidad. No quiero que se deje de perseguir al que maneja con alcohol, digo que la ley solo se preocupa, y he ahí su deficiencia, del que maneja con alcohol, haciendo vista gorda a muchas otras situaciones igual, o más, peligrosas. El año pasado, en total, murieron 1.573 personas y hubo más de 50.000 lesionados,de los que 205 muertos y 5.187 heridos fueron en accidentes con alcohol de por medio. Entonces, puede una buena ley, que se preocupa por evitar accidentes de tránsito, ¿alegar tolerancia cero al alcohol e ignorar la gravedad de las demás situaciones? Aunque sea increíblemente paradójico, nuestra súper ley —esa que enorgullece a nuestro Gobierno y al legislador— considera más grave, siempre que las lesiones que se provoquen sean menos graves, atropellar a alguien conduciendo sobrio que bajo la influencia del alcohol. El sobrio que atropelle a alguien y lo deje con lesiones menos grave sufrirá una pena de 61 a 540 díasde cárcel o multa de 11 a 20 UTM. El conductor “bajo la influencia del alcohol”que atropelle a alguien en igual situación, sufrirá la pena de 1 a 20 días de cárcel o multa de 4 a 10 UTM, además de la suspensión de la licencia de conducir por 9 meses. Por último, si mato a alguien manejando bajo influencia del alcohol la suspensión de la licencia va de 3 a 5 años. Y eso que a esto nuestra ley “Tolerancia Cero” le dio “importancia”, antes la suspensión era de 1 a 2 años. ¿5 años de suspensión máximo por matar a alguien manejando con alcohol? Solo me puedo preguntar: ¿Tolerancia Cero a qué?

El truco del Gobierno fue enfatizar que la importancia era la lucha —y solo esa lucha— contra el alcohol en la conducción, de allí la “Tolerancia Cero”; en circunstancias que la lucha, esa que realmente nos importa, o debería importar, es la aquella contra los accidentes de tránsito producidos por cualquier conducta negligente e irresponsable. La nueva Ley solo aumentó la suspensión de licencia y bajó el alcohol permitido, ni siquiera aumentó las penas de cárcel o multa para estas conductas, y mucho menos, se preocupó de las demás situaciones de peligro. Prefiero una ley sin tanto bombo y platillo, con menos tolerancia cero a una “copa de vino”, pero con más tolerancia 0 a todo tipo de irresponsabilidad en la conducción.

(*) Texto publicado por El Quinto Poder.cl

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