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Opinión: qué mal lo hizo Bachelet en el debate

Opinión: qué mal lo hizo Bachelet en el debate

Natalia González
Por : Natalia González Directora del Programa Legislativo Libertad y Desarrollo
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Llamó particularmente la atención cómo la candidata de la Concertación y del Partido Comunista no fue capaz de explicar a la ciudadanía, con claridad y precisión, dos pilares fundamentales de su programa de gobierno: la reforma educacional y la reforma constitucional.


Gobernar una nación es un desafío y un privilegio. Para llegar a ejercer tan honorable tarea, quienes postulan a la presidencia del país deben reunir una serie de características que le permitan, primero, ser electo y, segundo, y tal vez de mayor relevancia, que lo faculten para llevar a cabo dicho mandato con éxito. Más allá del carisma, de la vocación de servicio público, de la prudencia y responsabilidad, quienes postulan al sillón presidencial deben gozar de amplio liderazgo, no solo para convocar, que es importante, sino también para encabezar e implementar los proyectos que ha propuesto para el país, guiando con sabiduría a los equipos que se ponen a su disposición para cumplir esa tarea. Demás está decir que en un periodo presidencial corto, no hay espacio para las improvisaciones (lo cierto es que cuando está en juego la calidad de vida de las personas nunca lo hay) sobre todo cuando éstas se refieren a temas de la mayor importancia para la ciudadanía.

En el debate presidencial de Anatel tuvimos la ocasión de contrastar las visiones de las dos candidatas a la presidencia y de presenciar, por fin, un debate sobre los proyectos que proponen para Chile.El formato incluyó, acertadamente, la posibilidad de que las candidatas preguntaran y se contra preguntaran sobre su desempeño pasado y sobre los fundamentos de sus planteamientos hacia el futuro.

[cita]Llamó particularmente la atención cómo la candidata de la Concertación y del Partido Comunista no fue capaz de explicar a la ciudadanía, con claridad y precisión, dos pilares fundamentales de su programa de gobierno: la reforma educacional y la reforma constitucional.[/cita]

Aún cuando pueda sostenerse que ambas tuvieron puntos altos y bajos (recordemos que en estas situaciones “nadie pierde”), llamó particularmente la atención cómo la candidata de la Concertación y del Partido Comunista no fue capaz de explicar a la ciudadanía, con claridad y precisión, dos pilares fundamentales de su programa de gobierno: la reforma educacional y la reforma constitucional.

Las respuestas a ambas preguntas fueron deficientes y complicadas, al punto que las explicaciones dadas levantaron más dudas que certezas. En contraste, el buen desempeño de Matthei y la lucidez con la que se planteó en el debate, hicieron más patente aún el mal manejo de la candidata de la llamada Nueva Mayoría. Pero más allá del éxito de la candidata de la Alianza en esta instancia, lo que realmente preocupa es que quien va liderando las encuestas en la carrera presidencial hasta ahora, y que por lo demás es una persona con experiencia en estas lides, muestre tan bajo desempeño, conocimiento y seguridad a la hora de explicar y defender las ideas centrales de su programa.

La falta de liderazgo demostrado es, por decir lo menos, alarmante, sobre todo si se consideran dos factores. El primero, que la propuesta programática de Bachelet tiene caracteres refundacionales en diversos ámbitos de la política pública y el segundo, que la Nueva Mayoría agrupa a una diversidad que va desde el comunismo hasta la democracia cristiana y que requerirá de un líder que, con seguridad y aplomo, sea capaz de ordenar y coordinar adecuadamente a su coalición. Esto no se trata del carácter más o menos afable de cada candidata, o de si son confrontacionales o no. Se trata de liderazgo y de asertividad, esenciales para gobernar.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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