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Maduro, el más derechista de todos

Francisco Mendez Bernales
Por : Francisco Mendez Bernales Periodista y analista político
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Si hay algo cierto es que el tema de Venezuela no se detiene. El autoritarismo payaso de Maduro y su gobierno que dice ser de izquierda sigue en pie, cada vez más fuerte, más prepotente, y más insoportablemente “revolucionario” (ojo en las comillas).

Es que esto de tildar de fascista a toda persona que se enfrente a él y su supuesta gran transformación social, ya no resiste ningún análisis. Ningún espíritu por muy de izquierda que sea puede admitir tal cerro de frases y tonteras que no llevan a nada, sino a la caricaturización de un pensamiento político. A una serie de palabras vacías que suenan heroicas, pero que se transforman en una perfecta cortina roja cuando se sabe lo que sucede en las calles tomadas por militares.

Estas palabras sirven para todo, pero aún más para seguir inventando lo que es la “izquierda” según la derecha internacional -y nacional.

Maduro, tal vez sin quererlo, se ha transformado en el mejor amigo de ese imperialismo que dice odiar. Es el principal aliado de los medios que lo ponen en pantalla diciendo cuanta falacia pueda inventar, sin mencionar las acciones que realiza en nombre de su “pueblo”.

Y es que la derecha global no necesita derrotarlo, porque con su propia figura autoritaria y cercana al fascismo se está derrotando solo, y está alimentando, más aún, las ideas de sus enemigos.

Los directores de grandes empresas multimediales no deben estar muy preocupados por lo que ha representado el chavismo estos años. Al contrario, se han mostrado felices porque ha resultado ser incluso mejor de lo que han imaginado. Si hubieran escrito un guión, no les hubiera salido tan a la perfección como la realidad. Esa realidad que está llevando de a poco a que esta idea bastante extraña de lo que quiere el pueblo se vaya desmoronando sola, sin la ayuda de quienes la quieren ver caer.

Es que Chávez en un pasado y Maduro hoy en día son la figura perfecta para el gringo neoliberal: los seudo caudillos autoritarios izquierdosos con el ejército que los respalda. Ni García Márquez podría haber escrito un escenario tan excitante para el empresario y sus intereses.

Por lo mismo, el principal desvirtuador de la idea latinoamericana es el chavismo y el nulo entendimiento de cómo debe construirse una democracia de derechos, o si usted quiere, una democracia socialista. Una verdadera manera de tratar de construir algo, desafiando el paradigma del Tío Sam como lo intentó Allende y su Unidad Popular.

Así es, porque Salvador Allende construyó un proyecto socialista diferente a la idea que el gringerío tenía. Hizo que el gran imperio hiciera todo lo posible para inventar cosas en contra de su gobierno porque no podían encontrar nada que no fuera más que una administración republicana que -con sus conflictos internos, porque hubo muchos- quería iniciar de manera democrática la “vía chilena al socialismo”.

Allende hizo una revolución cultural por sobre la política, y desesperó a un Nixon que no quería más que destruirlo, porque no cumplía los cánones que él quería que cumpliera, para así meterse en el país.

En cambio, Maduro es un trabajo fácil. Los medios crean su realidad en contra de esa izquierda que ellos inventaron con más facilidad porque el régimen les está haciendo la pega. Los está ayudando como el mejor amigo a seguir implementando una idea de lo que ellos quieren que sea el progresismo. Todo esto aunque todos sepamos que en Venezuela eso no existe y que, en cambio, más bien se implementó un proyecto que no hace lo que dice. Y vaya que dice. Un gobierno que habla de ideas de izquierda, pero gobierna para la derecha. Un gobierno que es un regalo para sus antagonistas en esta historia.

(*) Texto publicado en El Quinto Poder.cl

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