Señor Director:
Ha hecho noticia el actual y futuro precio del pan. Tanto el reporte periodístico como la realidad merecen algún comentario.
Comenzando por la realidad, quién escribe realizó una compra que sirve de apoyo. En un local se compró un kilo de harina corriente en $ 400.; además otras marraquetas integrales a $ 1290 el kilo. O sea el kilo de pan fue más de 3,2 veces superior al precio de la harina refinada: podría suponerse que el kilo de harina integral, con mayor contenido de fibra podría valer un poco menos.
Pasando al reportaje, en él se aseguraba que en los próximos días el precio del pan subiría más de $ 100 por kilo; se aducía de manera vaga y confusa el alza en los combustibles, en la mano de obra, etc.; en ningún momento se reparó en la relación entre el precio de la harina y el del pan. Para no densificar más el asunto, no hacemos referencia a la relación del precio entre la harina y el que pagaron a los productores al momento de la cosecha.
En 40 años esta ha sido la tónica normal e irrefutable; cualquier alcance a esta relación de precio entre harina y pan quedaba descartada: era el “mercado”, y si se querían más razones, era “el modelo”. Esto es lo que debe terminar: se puede suponer, y esperar, que la labor periodística sea más acuciosa; si los sueldos son deficientes o “reguleques” se debe enfrentar, pero una función de tanta trascendencia social no se puede cumplir tan livianamente.
Adicionalmente, también en los 40 años, si esto se planteaba a las autoridades, la respuesta, desdeñosa y prepotente era: eso no es tema. Y así era, en razón de una decisión política que dejaba al margen esta realidad.
Para iniciar un nuevo futuro tenemos que cambiar los dos aspectos: una formación de opinión publica veraz y responsable de la realidad; y autoridades que se hagan cargo de realidades tan importantes para la ciudadanía, porque responden a necesidades.
César Valdés M.
Director de Conadecus
