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Fordismo y educación

Daniel Gerter
Por : Daniel Gerter profesor de filosofía
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Chile viene realizando un esfuerzo en mejorar la calidad la educación desde el primer gobierno de la Concertación, antes el Estado se dedicó a la cobertura, es decir, a cubrir las necesidades educativas básicas de cada niño y adolescente de Chile, en otras palabras, una silla y una mesa disponibles para ellos, cumplido este objetivo, la energía creativa se focalizó en mejorar los procesos y resultados del sistema educativo.

Estas políticas públicas apuntan a resolver diversos aspectos del sistema educacional, como mejoramiento de la infraestructura, textos de estudio, fortalecimiento de gestión educativa, atención de niños vulnerables, planes y programas de estudio, convivencia escolar, informática, etc. Es evidente que muchas de estas variables han mejorado, sin embargo, no han logrado dar con el clavo que apuntale con firmeza la estructura del mejoramiento de los aprendizajes de nuestros estudiantes.

En la actualidad se ha enfatizado el fortalecimiento de las competencias profesionales de los profesores, que sin duda es una estrategia correcta pero desde una perspectiva equivocada. La concepción que está en el sustrato ideológico de los que diseñan los programas de capacitación es la teoría de la administración científica Taylor. En efecto, este pensador norteamericano de la administración de empresas de inicios del siglo XX , concluyó que las formas de producir de la época eran ineficientes, por lo tanto, elaboró una teoría de la administración que consistía básicamente en la estandarización de los movimientos y tiempos de cada tarea específica de los operarios, las que son diseñadas previamente por la gerencia, eliminando los tiempos muertos y movimiento innecesario.

[cita] La evaluación docente considera buen profesor a aquel que realiza movimientos robotizados apegados a un protocolo que coarta el desarrollo del pensamiento crítico. El profesor creativo no tiene cabida en este esquema, lo que constituye una gran paradoja porque si no fortalecemos las habilidades reflexivas seguiremos exportando concentrado de cobre, harina de pescado y fruta. [/cita]

Este formato de gestión empresarial se ha aplicado a la educación en los últimos años, en efecto, los profesores deben realizar sus clases enmarcándose en un modelo que no les deja espacio para la creatividad y la innovación, dedican gran parte de su descanso a planificar clases y su escaso tiempo libre al estudio y al diseño de nuevas estrategias pedagógicas.

Otro aspecto en el que existen similitudes con el fordismo es la supervisión. Efectivamente, la vigilancia de los profesores por los estamentos directivos de cada colegio, es constante. No existe otra profesión que tenga tantos ojos encima como la actividad docente.

La evaluación docente considera buen profesor a aquel que realiza movimientos robotizados apegados a un protocolo que coarta el desarrollo del pensamiento crítico. El profesor creativo no tiene cabida en este esquema, lo que constituye una gran paradoja porque si no fortalecemos las habilidades reflexivas seguiremos exportando concentrado de cobre, harina de pescado y fruta.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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