Señor Director:
Resulta increíble ver a una persona que cada vez que puede se jacta del raciocinio, de lo prudente, de lo inteligente y que pueda referirse al mismo tiempo de la manera que lo hizo sobre un tema ultra sensible para toda persona que tenga sentido común mínimamente bien puesto en Chile.
Lo de Villegas es sorprendente. Debería causar bastante vergüenza para sus cercanos – amigos y familia – los cambios que a través del tiempo experimenta.
Hace 10 años hablaba de lo que como sociedad no queríamos, hacia una serie de clasificaciones y hoy todo aquello es reflejo de sí mismo, ¿Cuántos Chilenos podrían decir que no quieren una sociedad con indolencia y frivolidad como la que vive en la mente del señor Villegas?
Pasó la vieja, es un verdadero pacto de silencio.
Soy Sociólogo profundamente decepcionado de conductas que por parecer soberbias e inteligentes dejan de manifiesto una calidad humana deplorable. Villegas excedió lo permitido dentro de la libertad de expresión de un país que aún tiene a miles de personas que sufren y lloran la pérdida de seres que desde hace 30 años nada se sabe de ellos.
Juan Pablo Aedo Ibáñez, Sociólogo
