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Senadores y fiscales: el síndrome de Hybris


Para quienes asistimos el domingo al teatro Caupolicán y escuchamos el fervoroso aplauso hacia la Presidenta Bachelet, pero que también escuchamos la larga y dura pifia en contra de los parlamentarios cuando fueron mencionados, nos debería ser más fácil comprender que los partidos políticos, y particularmente los parlamentarios, estamos al debe.

Pero hay quienes han perdido la noción de la realidad y no logran percibir el desprestigio en que se encuentra la política. Al parecer el Senado padece del síndrome de Hybris. Este es un concepto ocupado en la antigua Grecia y que en la actualidad alude a un orgullo o confianza muy exagerada en sí mismo, especialmente cuando se ostenta poder. En la antigua Grecia, el castigo a la Hybris era el castigo de los dioses, que tiene como efecto devolver al individuo dentro de los límites que cruzó.

El doctor Harry Campos Cervera, médico psiquiatra y miembro de la Asociación Psicoanalítica de Argentina, describe el fenómeno: “Imaginan que lo que piensan es lo correcto y lo que opinan los demás no, creen que todos los que lo critican son enemigos». El psiquiatra remarca además que “estas actitudes pueden llevar a quienes las padecen a tomar decisiones erróneas porque la persona pierde la perspectiva de la realidad total y ve solo lo que quiere ver».

He dicho que los senadores que están siendo investigados se deben inhabilitar, no deben votar ni a favor ni en contra del nuevo Fiscal Nacional, ya que eso solo contribuiría en el desprestigio de la política y particularmente del Senado. Está claro que si los senadores investigados votan a favor, la lectura va ser que están votando por un fiscal blando, y si votan en contra es porque eliminan a un fiscal duro.

Esta situación le hace pésimo al Ministerio Público, le hace mal al Senado, y se va a terminar por contaminar la figura del Fiscal Nacional. La votación del Senado debe estar descontaminada de todo tipo de conflicto de interés.

Recordemos que dentro de los candidatos está el actual fiscal del caso Caval, Luis Toledo, y el tema está adquiriendo tal subjetividad de que, si la Presidenta lo nombra como candidato, algunos dirán que lo está sacando del caso, otros diremos que lo está empoderando, por lo que hay que evitar elucubraciones.

Si entramos en materia de elucubraciones esto da para mucho, lo importante es la transparencia. No sabemos si la Presidenta va a conversar la nominación que nos envíe, porque en general esto no se ha hecho. Sería bueno que el secretismo comenzara a retroceder en pos de actuar mancomunadamente y que los senadores de Gobierno no nos tengamos que sorprender de las decisiones del propio Gobierno.

[cita] El doctor Harry Campos Cervera, médico psiquiatra y miembro de la Asociación Psicoanalítica de Argentina, describe el fenómeno: “Imaginan que lo que piensan es lo correcto y lo que opinan los demás no, creen que todos los que lo critican son enemigos». El psiquiatra remarca además que “estas actitudes pueden llevar a quienes las padecen a tomar decisiones erróneas porque la persona pierde la perspectiva de la realidad total y ve solo lo que quiere ver».[/cita]

Hoy los senadores investigados tienen la posibilidad de hacer un acto de contrición, inhabilitándose para la votación del Fiscal Nacional. Si bien no está en el Reglamento del Senado que quienes están sometidos a una investigación, directa o indirectamente, se deban inhabilitar, no se trata de la existencia o no de un código, se trata de la evaluación ciudadana, se trata de cautelar el prestigio de las instituciones.

Eso sí, es necesario indicar que el artículo 62 de la Ley 18.575 es claro en señalar lo siguiente: “Contravienen especialmente el principio de la probidad administrativa, las siguientes conductas: N°6. Intervenir, en razón de las funciones, en asuntos en que se tenga interés personal o en que lo tengan el cónyuge, hijos, adoptados o parientes hasta el tercer grado de consanguinidad y segundo de afinidad inclusive. Asimismo, participar en decisiones en que exista cualquier circunstancia que le reste imparcialidad. Las autoridades y funcionarios deberán abstenerse de participar en estos asuntos, debiendo poner en conocimiento de su superior jerárquico la implicancia que les afecta”, razón por la cual hemos solicitado un pronunciamiento a la Comisión de Ética y Transparencia del Senado, la que es presidida por el senador y presidente de la UDI, Hernán Larraín. Esperemos obtener algún resultado y así evitar vicios o cuestionamientos posteriores.

El Senado debe cuidar una de las pocas atribuciones que tiene en esta monarquía presidencial, como lo es votar la elección del Fiscal Nacional. La gente ve conflicto de interés, es evidente el conflicto, por lo que debe haber un acto de prudencia. Se debe terminar con el síndrome de Hybris que tiene secuestrado al Senado, y que ha hecho a algunos perder la noción de la realidad sin dimensionar la magnitud de la crisis política que vivimos.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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