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Mensaje de Gortbatschow a 25 años de la reunificación alemana

Víctor Labra
Por : Víctor Labra Doctor en Psicología Social, Universidad de Barcelona (UB), España.  Consejero Intercultural, Universidad de Dresden (TUD), Alemania., Magíster en Sociología, Universidad Católica (PUC), Chile, Licenciado en Historia, Universidad de Chile (UCH), Chile
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Se puede reconocer a Gortbatschow sin problemas. Cuerpo robusto, cara redonda y esa inconfundible marca en su frente. Pareciera que llevase el mapa de la Rusia post comunista, marcado en su propio cuerpo.

Gortbatschow quien es uno de los lideres políticos más respetados y queridos en Alemania asegura que “mi generación se está yendo” aludiendo a la clase política que gobernó y dirigió los destinos de Rusia y el mundo a lo largo del pasado siglo XX.

Él está pronto a cumplir 85 años, y viene saliendo de una crisis de salud que lo ha tenido bastante complicado. Sin embargo, se lo ve jovial y relajado en la entrevista con el periódico “Bild Zeitung”, que fue publicada el pasado 2 de Octubre con motivo conmemorarse los 25 años de la reunificación alemana.

De buen humor y simpático, como de costumbre, pareciera que estuviera cantando: “no estaba muerto, estaba de parranda”. Y asegura que contrariamente a los rumores que ya lo daban por muerto, “la verdad es otra. Ahora me va mucho mejor, ahora puedo caminar nuevamente. Con un bastón con el cual tuve, primero, que hacerme amigo. Pero esto es un enorme progreso.”

La razón de su enfermedad es una diabetes muy complicada que lo mantuvo internado durante dos meses, en tratamientos intensivos en la Clínica del Kremlin. Y él mismo confirma que “mi sistema inmunológico se volvió completamente loco y cualquier cambio de clima me afectaba.” Ahora sin embargo, luego de haber superado lo más difícil de los últimos meses, asegura que, se siente mucho mejor y su salud está “en subida”. No obstante, advierte que debe seguir con un cuidadoso tratamiento médico, a fin de asegura que su niveles de azúcar se mantengan estabilizados.

Este tratamiento médico le imposibilitó asistir a las recientes actividades en Frankfurt para celebrar la reunificación alemana. Pero aprovechó la entrevista con Horst Cronauer, editor del “Bild Zeitung”, para referirse a las relaciones ruso-alemanas.

Al ser consultado respecto a cuál era su mensaje para los alemanes, en este nuevo aniversario de la reunificación, el líder de la Glasnost, aseguró que “nuestros pueblos están unidos por una doloroso pasado. La guerra dejó profundas heridas, también psicológicas”.

[cita] Ojalá, también Merkel y Putin tengan suficiente tiempo para parar oportunamente el espiral de violencia y destrucción que se ha desatado en Irak, Siria, Afganistán y que está provocando una creciente crisis política, no solamente allá lejos, en el medio oriente, sino que acá cerca, en Alemania, en el centro mismo y en el corazón de Europa.[/cita]

Sin embargo, a 70 años del término de la segunda guerra mundial el viejo jerarca, no titubea en afirmar que “rusos y alemanes, después de toda la sangre derramada, pueden estar orgullosos de haberse acercado el uno al otro”. Enfatizando que “especialmente en estos difíciles momentos”, que esta viviendo Europa, las relaciones entre ambos países deben cuidarse al máximo.

La historia nos enseña – según Gortbatschow – que cuando rusos y alemanes caminan mano a mano, ganan ambas naciones y todos los europeos.” Por lo tanto recomendó que “mientras más intensa y habitualmente hablen Putin y Merkel, mejor para todos!” Dejando en claro que bajo ninguna circunstancia se deben debilitar los vínculos que unen a ambas naciones

Es de esperar que, en el futuro, a él también le vaya bien en su camino. Por lo pronto se le ve contento de haber publicado su último libro, denominado “Nueva Rusia” y se siente optimista respecto de los próximos años. Asegura que “tengo una motor interno que me impulsa. Yo leo mucho, entre otras cosas, cada mañana, doce periódicos. Escribo nuevamente otro libro y yo sigo luchando. ¡Uno no debe rendirse jamás!”

Sereno y con la madurez que dan la experiencia y los años, el viejo político que facilitó la caída del muro de Berlín, y creó las condiciones para el término de la guerra fría, se despidió de la entrevista diciendo que, “todo tiene su tiempo, pero yo no pienso todavía en irme. Ojalá, que todavía me quede suficiente tiempo.” Declarando que cuando llegue el momento de morir, su recordada Raissa (fallecida en 1999) “estará allá arriba reservándome un lugar, junto a ella.”

Ojalá, también Merkel y Putin tengan suficiente tiempo para parar oportunamente el espiral de violencia y destrucción que se ha desatado en Irak, Siria, Afganistán y que está provocando una creciente crisis política, no solamente allá lejos, en el medio oriente, sino que acá cerca, en Alemania, en el centro mismo y en el corazón de Europa.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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