La determinación del timonel de Renovación Nacional, Christian Monckeber, de no realizar primarias en Vitacura, es otra prueba de que se hace urgente actualizar la visión que las cúpulas políticas del país hacen de la palabra Democracia.
Si tanto anhelamos ver a Chile cohesionado y participativo, se debe proteger toda instancia que considere el sufragio como punto clave en la toma de decisiones. Ciertamente existirán quienes deseen dar continuidad al eterno Alcalde Torrealba, pero también es cierto que la irrupción de nuevas miradas políticas, como la encabezada por Tomas Fuentes, puede tener algo que decir. Pero no quiero centrar esta columna en un problema exclusivo de Renovación Nacional, la siguiente reflexión nace de un profundo cuestionamiento del accionar de todos los partidos políticos en general, que diariamente dan señales de una nula sintonía con la ciudadanía y con quienes, finalmente, militamos y hacemos la pega.
Recordar la indolencia e inconsciencia del Senador Pizarro, quien haciendo gala de su altanería, superpuso sus intereses personales por el bienestar de quienes lo contrataron por sufragio, es tan grave como las acciones del diputado Farcas en contra del diputado Mirosevic; por su parte, los tours políticos del diputado Hasbún a La Araucanía, como la carencia de ética de todos quienes no se inhabilitan en la determinación del Fiscal Nacional, me generan una gran duda: ¿no hay nadie mejor en sus partidos?.
[cita] Un historiador británico una vez dijo: “Con un poder absoluto hasta a un burro le resulta fácil gobernar” y parece que, 200 años después, esto explica el constante bloqueo que hacen al recambio generacional, incidiendo directamente en la crisis de representatividad.[/cita]
Un historiador británico una vez dijo: “Con un poder absoluto hasta a un burro le resulta fácil gobernar” y parece que, 200 años después, esto explica el constante bloqueo que hacen al recambio generacional, incidiendo directamente en la crisis de representatividad. Por esto mismo siento que las primarias adquieren tanta importancia, entregar al elector la oportunidad de hacer un voto de censura y favorecer la aparición de nuevos actores sociales, podría ser la vacuna que requiere esta enfermedad, más si son líderes con energía suficiente para hacer puerta a puerta y dirigirse al elector mirándolo a los ojos.
Ciertamente convendría cuestionar la estructura de la reforma al sistema electoral, más si la analizamos respecto al trato dado a las sugerencias descritas por la comisión Engel, pero ese no es el tema, dejemos eso a los trincheristas. Mi problema a final de cuentas es tener que tratar de honorables a una clase política que justamente carece de clase. Espero que Renovación Nacional enmiende el camino, espero que la izquierda esté dispuesta a no entorpecer la investigación de Caval, SQM, Corpesca y otras. Porque la única forma de salir de este abismo que nos aleja de la ciudadanía, es dando mayor espacio a quienes, después de la purga judicial parlamentaria, puedan entregar nuevos ímpetus, vigor y tejado sólido, al antro de corrupción que hoy rige en Valparaíso y en algunas monarquías municipales del país.