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Futbol S.A.: ¡qué cresta pasó!


Mucho se ha dicho en torno a la gestión de Sergio Jadue. Sin embargo, poco se ha reflexionado, toda vez que es difícil encontrar una explicación, que no solo apunte a malos manejos sino que también a malas decisiones en torno al fútbol.

Partamos de la base que el fútbol, hoy, se ha sustentado sobre un monopolio que se llama FIFA. Este monopolio nunca había sido desafiado sino, hasta ahora, por las autoridades americanas. Otros entes monopólicos son las distintas asociaciones regionales, CONMEBOL, UEFA, CONCACAF, como las federaciones de cada país, todos exentos hoy, como hemos dicho, de escrutinio hasta que desde la «Attorney General» de USA decidieron intervenir.

Pues bien, en un contexto donde las entidades antimonopolios no actúan, el contexto de fiscalización de parte de otros agentes debiera ser mucho más estricto. Cosa que no ocurrió en esta parte del continente como tampoco en Europa, para ser precisos.

Diagnóstico

Acá fallaron todos los controles, unos más que otros, por cierto.

1. Rol de la SVS y Ministerio de Justicia

El único que cumplió su rol fue el Ministerio de Justicia a través de su dependencia de personas jurídicas, que es la encargada de velar por el correcto funcionamiento de las corporaciones sin fines de lucro, como ANFP. Sin embargo, atacó un tema colateral, que es el de los sueldos de los dirigentes, sin explorar otras aristas que digan relación con aspectos contables y de orden administrativo, que por años fueron obviados.

Por otra parte, respecto de los clubes S.A., no se entiende la pasividad de la SVS en torno a muchos clubes enlistados. Balances como memorias sin exigencia de mayores requerimientos de parte de la autoridad reguladora son observables con frecuencia.

2. Rol de la dirigencia

Lo curioso es que no se escuchó queja de la dirigencia. R. Abumohor y M. Nasur fueron los únicos que exigieron transparencia, al menos en público. De hecho, los dos votaron por no reelegir a Jadue. Para peor, estallada la investigación en USA no se adoptaron ni remotamente decisiones, que no se condicen con el manejo que un «buen padre de familia», que es una expresión jurídica que habla de algo medianamente bien administrado a través del deber fiduciario y de lealtad que por parte de los directivos debiera darse a sus actos de administración. Acá hay probables responsabilidades civiles, al menos, de aquellos que fueron ineptos, así como criminales de aquellos que se aprovecharon. El «informe Mendoza» escruta una herida, pero no la sanea.

3. Ministerio Público

Hoy en poder del fiscal Gajardo, gracias a la denuncia del Ministerio de Justicia con motivo del tema de los sueldos de los dirigentes, pero no se conoce el ámbito de investigación. Sin embargo, no se entiende por qué no se actuó a partir de la investigación publicada en USA antes de la Copa América, cuando eran de suyo evidente los malos manejos. Falta una explicación razonable en torno a este punto, toda vez que Sabas Chahuán conversó con Loreta Lynch al respecto.

4. Rol de la prensa

Desconozco actores que se hayan referido a estos temas a tiempo fuera de F. Bianchi en El Mercurio y E. Bruna en El Mostrador, como Bonvallet, Peñailillo y Eguiluz en radio La Clave. No se entiende el por qué del silencio del resto sino hasta todo fue demasiado evidente.

En resumen, dirigentes que en sus negocios lo hacen tan bien, en el fútbol no dan pie en bola, como autoridades inexistentes y reguladores que han obviado toda fiscalización, por décadas. Es una ensalada de malas definiciones.

Escenarios

1. La nueva dirigencia debe definir las acciones respectivas ante Tribunales de Justicia. Ello traerá tranquilidad de trabajo junto a una necesaria modificación de estatutos de la ANFP.

2. Debe considerarse que el Ministerio de Justicia también podría actuar con mayor dureza. Incluso puede cancelar la personalidad jurídica de la ANFP e intervenir el CDE al respecto. Ahora bien, ¿qué lograría así, obrando sin un camino alternativo, qué efectos trae?, ¿se ha puesto la ANFP en este escenario?

[cita tipo=»destaque»]Las profundas crisis generan oportunidades. Estamos frente a un caso excepcional que puede introducir grandes cambios en la industria, con directores como autoridades mayormente comprometidos o, bien, si nada se hace, un ostracismo mayor de aquel en que aún se encuentra la industria, a pesar de la transformación y promesa que creímos ver en las S.A. Deportivas. Pensar que podríamos ser una Holanda en materia futbolística, y nos hemos quedado abismantemente bajo un escenario muy lamentable.[/cita]

3. Si la SVS no cumple su rol de fiscalizar a los clubes enlistados, entonces no tiene ningún sentido que existan Sociedades Anónimas Deportivas en desmedro de corporaciones.

Todo modelo de negocio, para que sea exitoso, debe darse en un ambiente competitivo. El modelo de las ligas de deportes en USA, alemana de fútbol o inglesa han mostrado éxito por sobre el resto porque privilegian la competencia de la liga en desmedro de los clubes individualmente considerados. Ello lleva a que los ingresos por merchandising y TV se distribuyen mayormente iguales entre los pares. Consideremos, a su vez, que los tribunales de justicia en USA juegan un rol relevante en la materia, arbitrando con ello la industria deportiva, cosa que no existe en el fútbol por tener este una jurisdicción «interna». Una eventual modificación de estatutos de la ANFP podría tener como inspiración un modelo redistributivo como los mencionados.

Respecto de controles internos, lamentablemente la evidencia ha demostrado que los clubes no son buenos fiscalizadores ni tampoco las firmas auditoras. No se excluyen los fiscalizadores del Estado obligados a ello, como Ministerio de Justicia o SVS. Ciertamente, la situación cambiaría si estos últimos adecuan o sinceran su actuar. Caso contrario, la responsabilidad es compartida.

Finalmente, las profundas crisis generan oportunidades. Estamos frente a un caso excepcional que puede introducir grandes cambios en la industria, con directores como autoridades mayormente comprometidos o, bien, si nada se hace, un ostracismo mayor de aquel en que aún se encuentra la industria, a pesar de la transformación y promesa que creímos ver en las S.A. Deportivas. Pensar que podríamos ser una Holanda en materia futbolística, y nos hemos quedado abismantemente bajo un escenario muy lamentable.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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