Publicidad

El desastre del Puente Cau-Cau

Por: Bernardo Berger Fett, Diputado de la República


Señor Director:

Las fallas del Cau-Cau se deben a errores de diseño, de cálculo de ingeniería y de definición de métodos constructivos, todos previos a la faena. Así de categórica es la afirmación de Zañartu Consultores, la empresa de fiscalización externa del MOP que sale a defenderse de las imputaciones respecto a su participación en el fallido puente.

La americana Hardesty & Hanover (vinculada a VMB), al igual que el ingeniero Sergio Contreras que hicieron revisiones de las ingenierías y de las obras, llegan a la misma conclusión, asignándole responsabilidades del fracaso al estudio desarrollado por la cartera entre 2007 y 2009 mediante la extinta CYGSA-DDQ Limitada de la que poco y nada se ha esclarecido por parte del mandante.

Así, la defensa corporativa del MOP y su rol fiscalizador queda coja ante simples preguntas en esta historia: Si la pega se hizo bien ¿cómo se explica por ejemplo que los tableros al revés sólo se detectaran una vez puestos? ¿Cómo se pagan partidas de la obra que no estaban terminadas y menos operativas?, ¿Quién toma la decisión de continuar adelante en cada paso mal dado pese a que, presuntamente, habían observaciones de la fiscalizadora externa? Y si el problema original no es el diseño cómo se ha tratado de contra-argumentar, ¿cómo se entiende que hoy se anuncie que se hará uno nuevo?

Sea la decisión que se tome en lo técnico, lo que nos interesa es tener un puente como Dios manda. Hay propuestas hace meses en el MOP que no se han atendido, como la de la empresa ASENAV. Se han gastado millonarias sumas desde marzo de 2014 a la fecha en más estudios que no llegan a nada concluyente en cuanto al camino a seguir.

Mientras tanto, secretarios de Estado por menos han tenido que abandonar sus cargos ante escándalos más chicos, con menos artistas y más baratos.

Bernardo Berger Fett
Diputado de la República

Publicidad

Tendencias