Señor Director:
Aprovechando que hoy el sistema de AFPs está más que nunca en el ojo del huracán, parece oportuno hacer presente, una vez más, una situación que ha pasado por alto por años, y respecto del cual ninguna autoridad se ha hecho cargo. Me refiero al crédito por el Impuesto de Primera Categoría pagado por las sociedades anónimas de las que las AFPs son accionistas, y de su histórica apropiación por parte del Fisco.
Por regla general, hasta antes de la Reforma Tributaria de 2014, los accionistas que percibían dividendos de una sociedad anónima podían acreditar o imputar contra sus impuestos personales (sea éste el Global Complementario o el Impuesto Adicional) el Impuesto de Primera Categoría que hubiese pagado dicha sociedad. No obstante encontrarse una parte sustantiva de los fondos de pensiones de todos los cotizantes invertido en acciones de sociedades anónimas chilenas, el crédito por Impuesto de Primera Categoría que les corresponde no se traspasa a tales fondos, sino que “se pierde”, es decir, queda en poder del Fisco, si no de manera ilegal, sí de forma ilegítima.
Y este Impuesto de Primera Categoría que se queda el Fisco no es poca cosa: la tasa ha variado entre el 10% y el 22,5%, y subirá hasta el 27%.
¿Por qué este punto no es materia de discusión? ¿Por qué le tenemos que regalar al Fisco este crédito?
Atte,
Daniel Silva, abogado
