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La historia de Prometeo como metáfora de las Células Madre

Por: Arturo Prado Scott


Señor Director:

En la mitología griega, Prometeo era un Titán amigo de los mortales, por lo que les regalo el fuego. Pero este acto enfureció a Zeus, porque el fuego le pertenecía y era un bien de los dioses, y por ello castigó a Prometeo por toda la eternidad. Zeus envío a confeccionar una mujer de arcilla, a la que después le dio vida y se la hizo llegar a Epimeteo, hermano de Prometeo. Se llamaba Pandora y llevaba de regalo una caja, en donde Zeus había depositado todos los males existentes. Epimeteo se enamoro y se caso con ella, y que por curiosidad abrió la caja, y de ésta forma Zeus se vengo de Prometeo a través de su hermano. Luego Zeus hizo encadenar a Prometeo en la cima de una montaña, en donde un águila le picoteaba diariamente su hígado, pero como Prometeo era inmortal, su hígado se regeneraba por las noches.

La metáfora de regeneración titular sigue fascinándonos tanto como fue para los antiguos griegos. Actualmente las células madre también tienen características míticas de realidad y de fantasía y que capturan nuestra imaginación, pero también difumina la realidad.

Para muchos pacientes que sufren de enfermedad de Parkinson, Alzheimer, esclerosis múltiple, lesiones medulares y parálisis, perdida progresiva de la visión por degeneración macular de la retina, enfermedades cardiacas, insuficiencia renal y hasta incluso cáncer, los anuncios de la prensa y el marketing acerca de los avances en la investigación y sus resultados clínicos cuando se han usado células madres, los llenan de expectativas y les dan esperanza. Muchos pacientes viajan fuera de Chile para someterse a tratamientos de células madre y que son muy onerosos y la mayoría de las veces sin ningún resultado.

Nuestro desafío como médicos, es comunicar con precisión lo que realmente es posible con las células madre, sabiendo que aun no tenemos evidencias científicas sólidas que permitan liberar completamente su uso.

Mantener el equilibrio entre la certeza y la exageración es problemático, especialmente cuando hay personas vulnerables y que sufren, confiando en potenciales ofertas de la investigación médica. Para éstos pacientes, incluso un pequeño cambio de la función corporal, como ser capaz de sentir el tacto de una ser querido o recuperar el control del intestino o de la vejiga, es un avance enorme. Sin embargo, las células madre aun no deben ser consideradas como una “bala de plata”.

También metafóricamente, mi esperanza, y que Pandora y Epimeteo lograron mantener en la caja, es que en los próximos años tengamos tratamientos con células madre y que no sean tan caros y poder estar ampliamente disponibles para los pacientes que lo necesitan.
Actualmente estamos mirando a una especie de espejo “distorsionador”, donde las cosas reflejadas no son tan cercanas o tan grandes como parecen.
Hasta este momento el marketing se ha estado adelantando mucho a la evidencia científica.

Arturo Prado Scott
Hospital Clínico de la Universidad de Chile/Quilín
Escuela de Medicina

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